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La lucha contra el terrorismo

"Son gajes del oficio. Lo raro sería no aparecer", afirma el magistrado

"Son gajes del oficio. Lo raro sería no aparecer". Ésa fue la reacción ayer del juez Fernando Grande-Marlaska tras conocer que desde el año pasado era objetivo prioritario del comando Vizcaya y que la banda estaba tratando de localizar una casa de vacaciones que el magistrado tiene en Ezcaray (La Rioja). El juez, que está de vacaciones fuera de Madrid, aseguró que se halla tranquilo pese a saber que está en el punto de mira de la banda. "Cuando uno es destinado a la Audiencia Nacional ya sabe que conlleva un plus de peligrosidad. En este caso, la información de que se dispone apunta a que las operaciones relativas al juez Central número 3 de la Audiencia Nacional estaban en un estado muy incipiente", afirmaron fuentes de la investigación.

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ETA planeaba el secuestro de un concejal socialista tal como hizo con Miguel Ángel Blanco en 1997

ETA asesinó a tiros a la fiscal Carmen Tagle, destinada en la Audiencia Nacional, y ha enviado paquetes bomba al entonces presidente de esa Audiencia, Fernando de Mateo, al que la explosión amputó las manos; al que fue presidente del tribunal del caso de la colza, José Antonio Jiménez-Alfaro, que sufrió amputación de varios dedos, y al fiscal jefe Eduardo Fungairiño, aunque el paquete fue desactivado.

Varios jueces más fueron objeto de seguimiento por parte de etarras, y la policía llegó a descubrir una operación para matar a Garzón con un rifle de mira telescópica desde un piso situado enfrente de la Audiencia.

Grande-Marlaska ha sido uno de los jueces más duros contra la banda terrorista ETA y su entorno durante el periodo de la tregua. En enero de 2006 prorrogó otros dos años la suspensión de actividades de Batasuna; y durante el año y medio que su colega Garzón pasó en Estados Unidos se convirtió en un azote para la izquierda abertzale, prohibiendo cuantas manifestaciones, congresos y actos convocaba.

Recientemente, Marlaska admitió una querella contra la alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, por existir en la localidad un parque en homenaje a un etarra fallecido. La Audiencia ha revocado su decisión.

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