_
_
_
_
_

"Rezo para que el Señor le conceda su luz y su fuerza"

Anabel Díez

Y Rouco rezó por Zapatero. Lo hizo al día siguiente de las elecciones generales, ya constatada la victoria sin paliativos del PSOE, y después de que la cúpula eclesiástica hubiera culminado cuatro años de máxima beligerancia con una llamada a no votar a los socialistas. "La Conferencia Episcopal reza para que el Señor le conceda su luz y su fuerza en el desempeño de las responsabilidades que le encomienda el pueblo, al servicio de la paz, la justicia, la libertad y el bien común de los ciudadanos". Así se expresaban los prelados en la carta dirigida al presidente y firmada por Antonio María Rouco y el portavoz episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.

Todo correcto pero con cierta frialdad. Lo mismo que el telegrama que Zapatero le remitió el 5 de marzo a Rouco tras ser elegido presidente de la Conferencia Episcopal. Más afabilidad, era imposible. Sólo habían transcurrido unas semanas desde que la Conferencia Episcopal publicara una nota en la que se exponían las razones por las cuales votar al PSOE sería un auténtico desastre para España. No se citaban siglas pero no había duda de quién era el receptor de la crítica.

Más información
Zapatero exigirá a Rouco respeto a los cambios en la ley de Libertad Religiosa

ETA, el voto y las bodas

Entre las consideraciones de la nota de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ante las Elecciones Generales de 2008 se relacionaba el "ejercicio responsable del voto" con la defensa de la vida humana desde la concepción, la promoción de la familia "fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer", y se criticaba "la dificultad para incorporar el estudio de la religión católica en la escuela pública" y algunos contenidos de la asignatura Educación para la Ciudadanía.

En plena campaña electoral, esta nota cayó como un mazazo en el PSOE y en el Gobierno de Zapatero, pero se llegó a la indignación por la referencia a ETA. "Una sociedad justa no puede reconocer a una organización terrorista como interlocutor político". Zapatero no disimuló su indignación y se quejó ante el nuncio de su Santidad en España, Manuel Monteiro de Castro, de la actitud de los obispos españoles. Fue el 14 de febrero en el curso de una cena en la que pidió a Monteiro que exigiera a los obispos de España "respeto" al Gobierno.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La apoteosis del enfrentamiento se produjo el 30 de diciembre en la plaza de Colón de Madrid, en una jornada de las familias católicas, en la que Rouco y el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, identificaron algunas de las leyes del Gobierno con "la disolución de la democracia". Zapatero culpó de la "tensión" por su nombre a ambos prelados. Hoy se verá con uno de ellos, el presidente de los obispos españoles.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_