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Guerra en el Cáucaso

Washington y Moscú chocan en el Consejo de Seguridad

Francia inicia una mediación en Tbilisi en nombre de la UE

Rusia chocó ayer con Estados Unidos, que le acusa de la escalada bélica en Georgia, y puso en jaque al Consejo de Seguridad. El órgano de Naciones Unidas responsable de la paz y la seguridad se mostró así incapaz de pedir el cese de las hostilidades y la retirada de las tropas.

Moscú se niega a aceptar un alto al fuego si no hay retirada real de las tropas georgianas en Osetia del Sur. Durante las consultas, su embajador Vitaly Churkin comparó la operación rusa en el Cáucaso a la realizada en 1999 por las fuerzas de la OTAN en la provincia serbia de Kosovo. "Estamos operando como fuerzas de paz, no como fuerzas ocupantes", advirtió.

Para Kouchner, el conflicto "recuerda demasiado" al que ensangrentó Bosnia
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En su pulso por preservar su influencia en el Cáucaso Rusia choca frontalmente con las potencias occidentales, que piden que se respete la soberanía y la integridad territorial de Georgia. EE UU señala directamente a las "fuerzas externas" -en alusión a Moscú- como responsables del conflicto en la región, y exige que se vuelva a la situación anterior al 6 de agosto.

El conflicto está fuera de control, según el embajador de EE UU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, que denuncia la "intransigencia" de Moscú a la hora de aceptar el alto el fuego. Washington se dispone a introducir una resolución exigiendo el cese de las hostilidades. Pero el veto ruso hace muy difícil, por no decir imposible, llegar a un acuerdo en la redacción del texto.

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Jean-Pierre Lacroix, número dos de la representación francesa, precisa que el Consejo de Seguridad debe apoyar los esfuerzos diplomáticos que están realizando otras instituciones y países para poner fin a la guerra. "Hay que seguir trabajando para conseguir el cese inmediato de las hostilidades, esa debe ser la prioridad inmediata, porque la gente sufre", remachó.

Las potencias occidentales acusan a Rusia de querer prolongar el conflicto al impedir con sus bombardeos la retirada georgiana. Una opinión similar tiene el adjunto de la Embajada británica, Karen Pierce, que apoyará la iniciativa de EE UU. Londres se niega a aceptar que Moscú haga una comparación del conflicto de Osetia del Sur con el de Kosovo.

Tas cuatro reuniones de urgencia, el bloqueo en el Consejo de Seguridad ata de pies y manos al secretario general, Ban Ki-moon, quien a través de un comunicado se ha limitado a declararse "alarmado" por las hostilidades en Georgia.

Entretanto, Bernard Kouchner, ministro de Exteriores francés, viajó ayer a Tbilisi para defender el punto de vista de la UE en la crisis. Para Kouchner el conflicto "recuerda demasiado" al que ensangrentó Bosnia y los Balcanes durante la primera mitad de la década de los noventa. Acompaña a Kouchner el finlandés Alexander Stubb, al frente de la actual presidencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), quien puso el dedo en la llaga al insistir en que "Rusia es ahora parte del conflicto y no un mediador". Stubb sostiene que es imposible que Rusia siga manteniendo su presencia militar en Osetia del Sur.

El punto de vista que defenderá Kouchner sobre Georgia y Rusia es el mismo acordado por el presidente Nicolas Sarkozy, actual presidente de la UE, y el presidente George Bush: "Respeto a la integridad territorial de Georgia, cese inmediato de las hostilidades y restablecimiento de la situación que reinaba en la zona antes del conflicto".

Sarkozy se ha entrevistado, en persona o telefónicamente, con el primer ministro ruso, Vladímir Putin, y con Bush, así con los jefes de Gobierno británico, Gordon Brown, y español, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros líderes europeos.

El próximo miércoles, los ministros de exteriores de los distintos países de la UE se reunirán en Bruselas para intercambiar informaciones con Kouchner tras su gira e intentar adoptar una posición común europea. El problema más serio sigue siendo la definición de la "integridad territorial de Georgia", pues si bien la UE no reconoce la existencia del enclave rebelde de 0setia de Sur, Rusia la sostiene con firmeza.

Manifestación en la capital de Georgia, Tbilisi, contra la intervención del Ejército ruso.
Manifestación en la capital de Georgia, Tbilisi, contra la intervención del Ejército ruso.AP

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