"Lo peor se lo llevan las subcontratas"
La suspensión de pagos de Martinsa-Fadesa ha golpeado de lleno a Carmelo J. F., capataz de obra de 47 años. Él ha sido uno de los afectados por el Expediente de Regulación de Empleo de la empresa, por lo que ha dejado de trabajar en las obras de Costa Esuri, en Ayamonte (Huelva). Allí, Martinsa Fadesa, junto con otras constructoras como Winterra, Ferrovial o Dragados, levantaba el gran complejo urbanístico. A pesar de haber perdido el empleo, Carmelo se considera un privilegiado entre todos los afectados.
"Los que trabajábamos para Fadesa [Carmelo sigue refiriéndose así a la compañía que le ha pagado durante cuatro años, porque la unión con Martinsa "era otra cosa que se veía que no iba a salir bien"] no estamos mal. Yo he cobrado mi dinero, tengo mi paro por dos años y, en general, me han tratado bastante bien. Lo peor se lo llevan los trabajadores de las subcontratas. Y lo sé porque yo he trabajado en ellas. A esta gente quién le va a pagar lo suyo", se pregunta.
Carmelo, casado y con una hija de 23 años y un hijo de 19, entró en Fadesa en 2004. "Entré como controlador de grúas. La urbanización llegó a tener más de 30 entonces", recuerda.
"Ahora se me abre una nueva etapa, una nueva fase", dice Carmelo, quien confiesa no estar preocupado, pues confía en su preparación como trabajador.
