Al Qaeda perpetra su atentado más sangriento en Argelia

Los islamistas radicales argelinos perpetraron ayer su atentado más sangriento desde que, a principios de 2007, se convirtieron en vasallos de Al Qaeda. Un suicida mató a 43 personas e hirió a otras 45 ante las puertas de la Escuela Superior de Gendarmería de Issers, a 55 kilómetros al este de Argel, según informó la agencia de prensa estatal.

El atentado es algo más mortífero de los que tuvieron lugar el 11 de diciembre en Argel contra el Tribunal Constitucional y varios edificios de la ONU y que se saldaron con 41 muertos.

Los salafistas han captado a jóvenes en Marruecos, Túnez y Mauritania

El atacante aparcó su vehículo repleto de explosivos lo más cerca que pudo del edificio de la Gendarmería ante el que a primera hora de la mañana se agolpaban numerosos jóvenes universitarios, algunos acompañados por sus padres, que acudían a una convocatoria de reclutamiento de este cuerpo de seguridad, según narra la publicación electrónica Tout sur l'Algérie.

El terrorista, que llevaba también adosada a su cuerpo una carga explosiva, se mezcló con los aspirantes a gendarmes. Provocó a distancia el estallido de su vehículo y, a continuación, se inmoló él mismo. Excepto un gendarme, todos los muertos son jóvenes y sus familiares. Entre los heridos hay también 13 gendarmes.

La fachada se la escuela se desmoronó y la agencia estatal señala también que varios edificios y comercios colindantes resultaron dañados. La doble explosión se oyó a varios kilómetros a la redonda. Al lugar de la tragedia acudió el ministro de Interior, Yazid Zerhouni. "Éste es un acto contra todos los argelinos", declaró.

En el primer semestre de este año la violencia terrorista se redujo en Argelia con relación a 2007, pero rebrotó con fuerza este mes. El 8 de agosto el Ejército tendió una emboscada en la que acabó con 12 islamistas; el 10 de agosto, el puesto de la gendarmería de la playa de Zemmouri el Bahri fue atacado con un balance de ocho muertos y 19 heridos; el 14 de agosto, Abdelkader Yamani, jefe del sector militar de Jijel, y su chófer fueron asesinados; el 17 de agosto, los terroristas tendieron una trampa en Skikda y dieron muerte a 12 personas, en su mayoría policías.

El Ministerio del Interior argelino no facilita cifras de muertos en los atentados y en las batallas con los terroristas, que considera rutinarios, pero a juzgar por las informaciones publicadas por la prensa, en los 19 primeros días de este mes han perdido la vida 77 personas en atentados o choques armados.

En otros tiempos los autodenominados emires que mandan a los entre 500 y 1.000 islamistas en armas solían poner toda la carne en el asador durante el Ramadán, el mes de ayuno musulmán, que este año empieza a principios de septiembre. Argumentaban ante sus fieles que morir como mártir durante el mes sagrado daba mayores garantías de alcanzar el paraíso.

El atentado de ayer demuestra que los salafistas argelinos, convertidos en Al Qaeda en el Magreb Islámico, siguen siendo capaces de golpear con fuerza en Argelia. Diversos informes de inteligencia señalan también que desde hace 18 meses han sido capaces de atraer a jóvenes marroquíes, tunecinos y mauritanos. Pero, en cambio, no han logrado expandir su actividad más allá de las fronteras de Argelia.