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Sebastián anuncia mano dura con Ascó

Rafa Höhr

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, afirmó ayer que aplicará una sanción "contundente" a Endesa, titular de la nuclear de Ascó (Tarragona) y para la que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha pedido una sanción récord de entre 9 y 22,5 millones por ocultar una fuga radiactiva durante cuatro meses. Su ministerio tiene más de dos años para escuchar las alegaciones de la empresa y decidir la cuantía de la multa, pero Sebastián, en un acto en Murcia, anunció que no agotará el plazo. "No se va esperar tanto tiempo. Se va a intentar cerrar lo antes posible".

"Estemos a favor o en contra de la energía nuclear [él lo está, según fuentes del Ejecutivo], todos estamos de acuerdo en que ha de ser segura, y ser segura es que no pueda haber ni manipulaciones ni ocultaciones, por lo que seremos contundentes en la sanción a la empresa si consideramos, como ha hecho el CSN, que ha habido una falta grave", aseguró Sebastián.

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La sanción a Ascó será, en cualquier caso, récord. Estará muy por encima de la multa de 1,6 millones a la que se enfrentó Vandellòs II en 2006. Ambas centrales están gestionadas por ANAV, propiedad de Endesa e Iberdrola. Pero esta última se desmarcó ayer de la gestión de Ascó y negó tener relación con el incidente. Alegó que este reactor es 100% de Endesa, aunque Iberdrola sí tiene el 15% de Ascó II y el 28% de Vandellòs II, gestionados por los mismo directivos que ocultaron información al CSN.

A vueltas con Garoña

La multa llega en el peor momento para el sector nuclear, empeñado en conseguir ampliar una prórroga para Garoña (Burgos), cuya licencia expira en julio de 2009. El CSN apurará el plazo para emitir su informe en mayo de 2009. Sólo si es negativo es vinculante, pero si decide que la central es segura el Gobierno puede no renovarle el permiso.

En 2002, pese a que los técnicos dijeron que la central de Zorita era segura PSOE, PP y CiU pactaron cerrar la planta en 2006. Lo hicieron sin que la decisión la tomase el Ejecutivo, sino los consejeros del CSN. Cuatro votaron a favor del cierre y se abstuvo la presidenta, María Teresa Estevan Bolea, propuesta por el PP. Dos de ellos, Carmen Martínez Ten, y Juli Barceló, siguen en el pleno. El PSOE se comprometió a cerrar las centrales cuando cumplieran la "vida útil", término que en el plan de residuos radiactivos se fija en 40 años, los que cumple Garoña.

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