Acuerdo o quiebra
Los administradores concursales de Martinsa-Fadesa nombrados por el Juzgado Mercantil número 1 de A Coruña trabajan con todas las hipótesis abiertas. Uno de los tres administradores, la abogada Antonia Magdaleno, del bufete valenciano Broseta, describe a qué se enfrenta en el concurso de acreedores de Martinsa-Fadesa. "No podemos descartar que acabe en quiebra ni que, al final, haya acuerdo con la banca acreedora y se presente convenio con el 95% de aceptación".
Son los extremos sobre los que pivota la crisis. La compañía entró en proceso concursal de forma voluntaria, con activos valorados a diciembre de 2007 en más de 10.000 millones de euros frente a un pasivo de 6.000 millones, pero con un 42% de su cartera de suelo pendiente de recalificaciones, todavía no urbanizable. Una de las claves, señala Magdaleno, será el informe concursal, con revisión de los activos de Martinsa-Fadesa, "y que se realizará con prudencia y a la que se suma la realidad del valor del suelo, que cambió en estos seis primeros meses del año". "Si se concluye que el pasivo real es mayor a los activos, hay quiebra".
En septiembre comienza el proceso. Los tres administradores (hay también representantes de la CNMV y de Bankinter) tienen dos meses para informar, que el juez puede ampliar otro mes a petición de la intervención. Por el tamaño del proceso, Magdaleno da por hecho que apurarán plazos y que no habrá dictamen hasta diciembre.