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Reportaje:

Los 'nuevos' resisten

La nueva Europa resiste los embistes de la crisis internacional, a pesar de que sus principales socios comerciales e inversores extranjeros atraviesan uno de sus peores momentos de liquidez. Los últimos datos de Eurostat reflejan que, entre abril y junio, el crecimiento de economías como la de Polonia o República Checa multiplicó por cuatro el de Francia, Alemania o Italia. Frente a las caídas del PIB en la eurozona, la media del crecimiento de los países que ingresaron al club comunitario en 2004 fue del 0,5%.

Si la estadística es interanual, hasta junio los socios de la adhesión crecieron un 3,2% de media,

dato que sólo incluye a los siete países que han entregado estadísticas. Faltan Polonia, Eslovenia y Malta, economías que han tenido un primer trimestre muy positivo y de las que todo parece indicar seguirán la senda de crecimiento de sus vecinos del Este. Incluyendo sus datos provisionales —no confirmados por Bruselas—, su media se acercaría al 1% de crecimiento trimestral y al 4% anualizado.

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La locomotora frena en seco

Dentro de este grupo de países que representan el 4,5% del total del PIB europeo, uno de los más destacados es Polonia que —según su ministro de Finanzas— podría crecer hasta un 5,9% en el segundo trimestre del año. La primera economía de la ampliación es uno de los pocos países europeos que ha controlado la inflación —registró un 2,2% interanual en julio— y uno de los alumnos más aventajados en adoptarse a los estándares de la UE, reduciendo el paro y mejorando sus cuentas públicas.

República Checa, la segunda economía del bloque por tamaño, ha crecido más de lo esperado: el 4,5% interanual; mientras que Eslovaquia —el único de los 10 que ha ingresado a la eurozona— ha presentado el crecimiento más elevado, del 7,6%. Hungría ha tenido un trimestre más discreto, con un 2,2% de alza, por el estancamiento del consumo.

¿Y el contagio? Los analistas y bancos de inversión pronostican que los primeros efectos de la caída en el PIB de sus socios occidentales podrían producirse a partir del próximo trimestre. El 70% de las exportaciones de estos países se realiza hacia la UE.

Los expertos advierten que en los próximos meses Occidente restringirá fuertemente sus exportaciones, reducirá los pedidos industriales y sus empresas podrían congelar muchas inversiones previstas para los países del Este. J

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