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Catástrofe aérea en Madrid

Una tragedia aún llena de incógnitas

Ni la gravedad de las averías del MD-82 siniestrado ni los últimos datos de la investigación aclaran por qué se estrelló el avión, según los expertos

El McDonnell Douglas 82 de Spanair siniestrado en Barajas el 20 de agosto dejó 154 muertos y mucha confusión. El avión despegó sin uno de sus sistemas de freno, ya que la aerolínea lo había desconectado tres días antes, pero eso, por sí solo, no explica por qué el avión no despegó. Éstas son algunas de las preguntas que suscita la tragedia del vuelo JK5022.

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¿DESPEGÓ TARDE? Más pista de lo normal

El MD-82 apuró la pista. "A esa altura de pista suelen despegar los aviones grandes Airbus que van a EE UU", explica un trabajador de AENA en Barajas. Fuentes de la investigación señalan que recorrió 500 metros más de pista de lo habitual. Muchos factores ayudaron a que consumiera muchos metros. El viento de cola (rozando el límite permitido para que el aparato pudiese despegar), la carga y la temperatura hacen que necesite más pista. Los investigadores intentan descifrar si la falta de potencia de uno o los dos motores también alargó la carrera de despegue. Sin embargo, tres pilotos consultados explican que si el comandante, Antonio García Luna, intentó despegar es porque "había alcanzado su velocidad crítica", la que le había marcado su plan de vuelo. De lo contrario, habría abortado el despegue ya que aún le quedaba pista.

EL ACCIDENTE "Rompió dos vallas"

Los supervivientes han relatado que al despegar notaron que "el avión no tenía fuerza". Osciló y tras ascender menos de 20 metros -por eso tenía aún el tren de aterrizaje fuera- cayó a la derecha, donde impactó con la cola. Recorrió unos 1.200 metros por un campo entre las dos pistas junto a la T-4 de Barajas. "Rompió una primera barrera de unos 70 centímetros que delimita la pista, y un poco más allá una barrera de dos metros", explica uno de los trabajadores de los equipos de rescate. El aparato dio tres saltos (uno de ellos de un talud de unos 15 metros entre las dos vallas) y finalmente se incendió en una zona arbolada junto al arroyo de la Vega.

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LA PRIMERA AVERÍA Sensor de temperatura

La Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil tendrá en tres semanas el primer informe sobre qué ocurrió, aunque el informe final sobre las causas puede tardar. Lo que está claro es que el avión tuvo una primera avería -una sonda que mide la temperatura exterior marcaba una temperatura excesiva porque un calefactor que no debía funcionar estaba en marcha-. Además, salió con la reversa derecha anulada porque tres días antes se había averiado en Barcelona. La reversa es un sistema que contribuye a frenar el avión. Se trata de una especie de paraguas metálico que se despliega detrás de las turbinas para aterrizar y devuelve hacia adelante el aire que expulsa el motor.

Fuentes de Spanair explican que el avión podía volar durante días sin la reversa y que así lo establece el manual de equipamiento mínimo de la aeronave.

La reversa izquierda apareció desplegada (algo propio de un aterrizaje, no de un despegue) mientras que la derecha seguía cerrada. Los investigadores intentan saber si se abrió por el golpe; si un fallo mecánico la activó y ayudó a desestabilizar el avión o, si por el contrario, en un intento a la desesperada cuando el avión ya rodaba por el campo, el comandante intentó frenar con las reversas y sólo se abrió una. Es decir, si la falta de una de las reversas agravó el siniestro al dificultar el freno del avión.

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