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Las inmobiliarias provisionan 3.200 millones

Lluís Pellicer

El primer semestre del año ha sido demoledor para las inmobiliarias cotizadas. Además del concurso de acreedores de Martinsa Fadesa, la depreciación de activos, en especial de suelo y promociones de viviendas, ha arrastrado a varias de estas empresas hasta los números rojos.

En conjunto, se han visto forzadas a provisionar más de 3.200 millones de euros por el deterioro de sus activos. Ello las pone todavía más contra las cuerdas en la renegociación de sus deudas, puesto que buena parte del suelo y las promociones está hipotecada o está dentro de un plan de desinversiones para cumplir con los plazos de amortización.

Las provisiones de Colonial ya representan casi el 75% de estos 3.200 millones. La inmobiliaria catalana se ha visto forzada a reservar 2.581,8 millones de euros, de los cuales 1.030 corresponden a la pérdida de valor de activos de Colonial y la antigua Riofisa, absorbida por la compañía.

Todo ello ha arrastrado a Colonial a presentar sus peores resultados: unas pérdidas de 2.381 millones de euros. El resto corresponde al fondo de comercio generado tras la adquisición de Riofisa y a la disminución del valor de la participación que Colonial tiene en FCC.

La devaluación de los activos no es baladí. La empresa arrastra una deuda financiera de 8.991 millones, un 24,5% superior a la de hace un año, y la relación entre ésta y el valor de los activos es del 79,3%, el mayor apalancamiento del sector.

También Afirma, la antigua Astroc, ha hecho su "saneamiento", aunque más modesto. La compañía ha provisionado 293 millones de euros, con lo que el valor de sus activos se sitúa en 2.372 millones de euros. La brecha entre la deuda y sus posesiones inmobiliarias también se amplía, puesto que la inmobiliaria ha de hacer frente a una deuda financiera de 1.571 millones, un 28% superior a la de hace seis meses.

La tercera en sufrir el momento bajista del mercado es Reyal Urbis. La dotación para cubrir la depreciación de sus activos ha sido de 251 millones de euros, lo que ha vuelto a dejar a la empresa en pérdidas. En esta ocasión, los números rojos llegan a los 331,7 millones. Esto ocurre cuando está renegociando el pago de 3.000 millones de euros. En el trimestre anterior, la catalana Aisa también tuvo que provisionar 79 millones de euros por la devaluación de unos terrenos.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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