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El conflicto del Cáucaso

La UE aplaza la negociación del pacto comercial con Moscú

Los Veintisiete enviarán observadores civiles al Cáucaso - Sarkozy afirma que hay que evitar tensiones militares

Andreu Missé

La UE mantiene una firme unidad ante Rusia. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, reunidos ayer en Bruselas de forma extraordinaria, acordaron una respuesta común ante la crisis de Georgia. Los Veintisiete decidieron aplazar las negociaciones del Acuerdo de Cooperación y Asociación, con el que Moscú pretende profundizar las relaciones comerciales y energéticas, hasta que Rusia no retire sus soldados de Georgia

Los dirigentes de la Unión destacan que se debe respetar integridad territorial
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. El presidente francés Nicolas Sarkozy destacó la "unidad" expresada por los Veintisiete, al señalar que "Europa ha hablado con una sola voz". Tras el Consejo, que duró menos de cuatro horas, subrayó que la solución debía encontrarse por medios "políticos y diplomáticos y no militares y ni siquiera de la OTAN".

El Consejo acordó que la estrategia pasa por el cumplimiento total del acuerdo de paz de seis puntos propuesto por la Unión y aceptado por Moscú y Tbilisi el 12 de agosto, que puso fin a la breve guerra que enfrentó a Georgia y Moscú a raíz de las aspiraciones separatistas de las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjazia. El punto más conflictivo de este acuerdo es el quinto, que establece que "las fuerzas militares rusas tendrán que retirarse a las líneas anteriores a las del estallido de las hostilidades". Y añade: "Fuerzas de pacificación rusas implementarán medidas adicionales de seguridad, hasta que se acuerde un mecanismo internacional". Pese a todo, Rusia sigue manteniendo tropas en las dos regiones -cuya independencia acaba de ser reconocida por el Kremlin- y en varios puntos clave como puertos y ciudades de territorio propiamente georgiano.

Para asegurar el pleno cumplimiento del acuerdo de paz y especialmente la retirada de las tropas rusas de Georgia, Sarkozy, como presidente de la UE, José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Javier Solana, Alto Representante de la Unión, se desplazarán el próximo 8 de septiembre a los países en conflicto para negociar con sus respectivos presidentes, Dmitri Medvédev y Mijaíl Saakashvili.

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El Consejo acordó enviar una misión de la PESC (Política Exterior y Seguridad Común), bajo el control de Solana, que estaría integrada por "unos pocos centenares de observadores", cuya tarea fundamental sería vigilar el cumplimiento del acuerdo. Se trata también de preparar las condiciones para sustituir a las fuerzas de pacificación rusas por unidades internacionales.

En sus conclusiones, el Consejo "condena enérgicamente la decisión unilateral de Rusia de reconocer la independencia de Abjazia y Osetia del Sur". Considera que es inaceptable y recuerda que una solución pacífica y duradera sobre el conflicto de Georgia debe basarse "en el pleno respeto de los principios de independencia, soberanía e integridad territorial reconocida por la legislación internacional".

En relación a la ausencia de una referencia a la "integridad territorial" en el documento inicial de los seis puntos, en una conferencia de prensa tras el consejo Sarkozy admitió que todas "las cosas son mejorables". Pero subrayó que gracias a "la acción de la Unión se había detenido una guerra, parado a una columna que se dirigía a Tbilisi, alcanzado un alto fuego y se conseguirá la retirada de las tropas en un mes". En este sentido, precisó que la solución sólo podía encontrarse por la negociación política: "Esta crisis sólo tiene una solución política, y no militar y ni siquiera de la OTAN".

Sarkozy advirtió que, para solventar el conflicto, no se va a desencadenar "una nueva guerra fría". "¿Cree que es mejor enviar barcos al mar Negro?", replicó el dirigente francés a un periodista y recordó que se habían acabado las zonas de influencia. "Yalta ya no existe y no vamos a crear un Yalta 2", añadió.

Sobre la rápida actuación de la UE en el conflicto, el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, precisó que a los esfuerzos para alcanzar el alto el fuego había que añadir el envío de nueve millones de euros de ayuda humanitaria para los más de 20.000 desplazados a los que había que añadir 12 millones más comprometidos por los Estados.

El presidente francés agradeció las gestiones realizadas por la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, que había convencido a Saakashvili para que aceptara el plan de paz.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó la unidad de la UE y subrayó que supone la esperanza y la garantía de una resolución desde la paz y la estabilidad en la zona. "Hemos de trabajar para que se cumpla" el acuerdo de paz, manifestó.

La decisión del presidente georgiano de iniciar las hostilidades es cada vez más criticada por numerosos dirigentes políticos. El presidente del Parlamento Europeo, el democristiano alemán Hans-Gert Pöttering, consideró que "había cometido una falta grave". El propio vicesecretario de Estado estadounidense, Mattew Bryza, responsable para asuntos europeos y asiáticos, manifestó que el inicio de hostilidades por parte de Georgia atacando Osetia había sido "un error" y que Saakashvili había caído en una trampa de Moscú, idea en la que coinciden numerosos analistas.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, a la izquierda, charla con el primer ministro británico, Gordon Brown, durante la cumbre de Bruselas.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, a la izquierda, charla con el primer ministro británico, Gordon Brown, durante la cumbre de Bruselas.AP

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