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"Vivía en el infierno", dice la hija esclavizada por el 'Fritz polaco'

El detenido la encerró seis años, la violó y dio dos hijos-nietos en adopción

La joven polaca Alicja, cuyo padre, de 45 años, ha sido detenido por mantenerla encerrada y violarla sistemáticamente durante los últimos seis años en una relación incestuosa de la que nacieron dos niños, denunció ayer en la prensa que fue tratada como una esclava por su progenitor.

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"Él me decía que tenía derechos sobre mí y me amenazaba con matar a mi madre y a mi hermano si no me dejaba hacer", confiesa la muchacha, que tiene 21 años, en una entrevista publicada por el diario Fakt, en la que narra haberse sentido durante todo este tiempo "como un pedazo de carne". La madre de Alicja conocía lo que sucedía en la casa familiar desde la primera vez que su marido entró en el cuarto de la menor a "escuchar música".

"Al principio pensé que era una broma, una tontería de mi padre, pero luego me hizo daño, me ató, me apretó el cuerpo mientras con la otra mano me arrancaba las bragas", recuerda Alicja, una muchacha de baja estatura y pelirroja, que durante seis años vivió "en el infierno".

El padre la encerró en una habitación cuya puerta carecía de picaporte. A consecuencia de las repetidas violaciones, nacieron dos niños: uno en 2005 y otro en 2007, que fueron dados en adopción por orden del padre. La menor pudo abandonar el cautiverio cuando fue a dar a luz en un hospital público, aunque siempre bajo la vigilancia de su carcelero.

"Mi madre me decía que nos escaparíamos, que se divorciaría", explica la joven. Tuvieron que pasar seis años antes de que madre e hija acudieran a la policía. "Claro que sabía que estaba mal, pero ¿qué podía hacer? ¡Él me amenazaba!", ha declarado la mujer a la prensa. "Hasta que ya no pude soportarlo más. Era suficiente dolor para mi hija".

La detención de este polaco se produce cinco meses después de que en Austria fuera encarcelado Josef Fritzl, un electricista jubilado, por mantener secuestrada a su hija en un sótano durante 24 años. De esa relación incestuosa nacieron siete hijos.

La policía polaca traslada al secuestrador ante el juez.
La policía polaca traslada al secuestrador ante el juez.EFE

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