ETA intenta matar a un policía en Bilbao
El agente recorrió diez kilómetros con una bomba lapa bajo su vehículo
En su primer atentado en el País Vasco desde que cayó parte del complejo Vizcaya en julio pasado, ETA intentó ayer, sin éxito, matar en Bilbao a un agente de la Policía Nacional al colocar una bomba lapa en los bajos de su coche. El agente recorrió los 10 kilómetros que separan el barrio bilbaíno de Zorroza del centro de la Policía Nacional en Basauri con el artefacto debajo de su vehículo.
La bomba no llegó a explotar debido a un fallo en su mecanismo de activación. Al llegar el coche a la comisaría y detectarse la bomba lapa, los artificieros desactivaron el dispositivo sin que se registraran víctimas ni daños materiales.
El agente, de unos 60 años, cerca de jubilarse, estuvo destinado en El Salvador años atrás para formar a policías nacionales, según fuentes policiales. Había sido también el blanco de un ataque de kale borroka contra su domicilio en 1999.
Ayer, el agente se trasladó al barrio de Zorroza a la hora del almuerzo. Después de comer, cogió el coche para dirigirse a la comisaría de Basauri. Al llegar al cuartel, llevó el turismo al taller del que dispone la comisaría para una revisión. Allí fue donde el explosivo fue detectado, alrededor de las 17.20. Otras fuentes explicaron a Vasco Press que el artefacto fue hallado con un espejo en la inspección realizada en la entrada de la comisaría. Se estableció un perímetro de seguridad alrededor del recinto y se dio el aviso a los técnicos de explosivos que procedieron a neutralizar el artefacto. La bomba, según fuentes de la investigación, estaba compuesta por entre 500 y 750 gramos de pentrita, un explosivo especialmente potente, un cordón detonador de un metro, un iniciador de péndulo y dos pilas.
Como hipótesis inicial, parece que un fallo en el sistema de activación por movimiento hizo que no estallara. El último atentado con bomba lapa ocurrió el pasado 9 de octubre de 2007, cuando el escolta Gabriel Ginés resultó herido por un artefacto colocado bajo su coche.
Fuentes de la investigación creen que el intento podría ser obra de la parte del comando Vizcaya que no fue desmantelada en la operación del 22 de julio pasado y que la banda terrorista realizó el intento de ayer basándose en información recabada antes de la desarticulación de parte del complejo. Las mismas fuentes recuerdan que más de una docena de atentados siguen sin ser atribuibles a los detenidos entonces, entre ellos el presunto jefe del comando, Arkaitz Goikoetxea.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró que con esta acción, ETA "llevaba las peores intenciones" y "conserva plenamente su voluntad criminal". "Nos hemos ahorrado una desgracia. Han fallado", añadió.
