Rus censura los insultos pero salva la cara a Fabra
Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia, censuró ayer el recurso al insulto en el seno de las instituciones y se alineó con María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, quien afirmó que "los insultos personales no tienen cabida en política". Pero evitó reprobar la conducta de Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, quien llamó "hijo de puta" al portavoz socialista Francesc Colomer al concluir un pleno.
Rafael Rubio, portavoz socialista en la Diputación de Valencia, defendió una moción ante el pleno que solicitaba "una condena al uso del insulto, la intimidación y el lenguaje soez en el debate político institucional" e incluía una expresa reprobación del proceder de Fabra.
Juan José Medina, del PP, también condenó el insulto, pero defendió que es moneda corriente en plenos municipales, incluso en las Cortes, y negó competencias a una diputación para inmiscuirse en asuntos de otra. Rubio ofreció retirar la mención a Fabra pero el PP rechazó la oferta y votó en contra. "La gente pensaría que aquí estamos locos y todo el día diciéndonos perrerías", comentó Rus.
