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115 directores de instituto, contra el caos "insoportable" creado por Camps

Se muestran "atónitos" ante la "instrumentalización" de Ciudadanía

Los directores de 115 institutos de Secundaria, de los 133 que hay en la provincia de Valencia, denunciaron ayer el "caos insoportable" y las "dificultades para aplicar las diferentes normativas -contradictorias, muchas de ellas, ambiguas y publicadas con los horarios ya cerrados- creadas por la Generalitat" en su huida hacia adelante por mantener su versión inglesa de Educación para la Ciudadanía (Education for Citizenship), pese a que existen dos autos de suspensión cautelar parcial de la orden del Gobierno de Francisco Camps, dictados en julio por el Tribunal Superior de Justicia.

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Los directores, reunidos en asamblea en el veterano instituto Lluís Vives, de Valencia, denunciaron en público las "diferentes" y "caóticas situaciones" que se viven a diario en los centros valencianos desde el día de la apertura del curso, el 16 de septiembre, debido a "las diversas formas de presión que ejerce la Consejería de Educación". Y apuntaron en esas formas de presión desde las visitas diarias de inspectores interrumpiendo la clase hasta la manera misma en que la consejería aborda la carencia de profesores de Educación para la Ciudadanía cualificados para dar la clase en inglés. "Hemos constatado", confirmó un portavoz de la Asociación Profesional de Directores de Secundaria, "que a la mitad de los centros donde la consejería se comprometió a enviar un profesor itinerante se les ha denegado. Y si llega no sabe inglés". Los directores asisten "atónitos" a la "instrumentalización que ha hecho la consejería de esta materia" y "al daño hecho la escuela pública".

El pronunciamiento se sucede un día después de que un tercio de los inspectores (pertenecientes a la asociación profesional de referencia) rechazara hacer de "comisarios políticos", en abierta referencia a las instrucciones de "abrir expediente disciplinario" a quien no dé la clase en inglés.La sensación de orfandad administrativa por parte de los directores de Secundaria de Valencia supera cualquier expresión de malestar hecha pública por padres, madres, alumnos, docentes y claustros desde que empezó el curso y se agudizó el pulso de la Generalitat del PP con el Gobierno socialista. "Nunca los equipos directivos nos habíamos sentido tan despreciados en nuestro trabajo y sometidos a las presiones como lo ha hecho esta Consejería de Educación". Esta contundente declaración resume la "insoportable situación" que denuncia el 90% de los directores de la provincia de Valencia reunidos ayer en asamblea.

Los directores han asistido con "sorpresa" y "perplejidad" a la incapacidad de la Administración educativa -que dirige el consejero Alejandro Font de Mora- para poner los recursos humanos necesarios en los centros. "Vemos con sorpresa cómo llegan profesores de Filosofía o Geografía de la bolsa de interinos, ¡y no tienen la capacitación en inglés!", se quejaron algunos directores.

Los departamentos más afectados son el de Inglés y Filosofía. Se dan casos, como el de un instituto del distrito de Algiròs, en Valencia, donde "el profesor está tres horas parado, por si se le necesita en Ciudadanía, donde no hace falta porque el de Filosofía habla perfectamente inglés". Pero, explica su director, "no se le pueden asignar horas para dar clases de inglés en 1º de Bachillerato, porque la consejería no autoriza otro grupo, pese a que hay 37 alumnos en clase".

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Dimisión del 'conseller'

Pero lo más "grave", sostiene otro director de Valencia, es que "los equipos directivos estamos sufriendo las presiones por arriba -de la Administración educativa y la Inspección- y por abajo -de los claustros docentes, que nos están obligando a reelaborar los horarios- porque no están conformes con la distribución que les ha tocado".

Muchos directores reunidos ayer solicitaron "la dimisión del conseller Font de Mora", al que consideran responsable máximo -junto con el presidente Camps- de poner el sistema educativo "contra las cuerdas". Y de hacerlo en una comunidad que acumula 14 puntos de fracaso escolar más en los 13 años de Gobierno del PP, en los que ha pasado del quinto puesto por arriba a liderar el ranking autonómico de peores resultados académicos, sólo por delante de Ceuta, Melilla y Baleares.

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