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Reportaje:La carrera hacia la Casa Blanca | Los Estados clave: Ohio

McCain pasa a la descalificación personal del rival

El candidato republicano lucha a la desesperada por los Estados industriales

Tras la tregua de un debate en el que se habló, sobre todo, de política, la campaña del republicano John McCain retomó ayer los golpes bajos y su estrategia de descalificación personal de Barack Obama. El candidato y su número dos, Sarah Palin, se han embarcado en una serie de mítines y debates en los Estados del cinturón industrial de EE UU, en los que tratan de retratar al senador por Illinois como un político inexperto, un izquierdista radical que sólo responde a su propia ambición.

"Todo lo que el senador Obama defiende hoy es sustancialmente diferente de lo que ha defendido en el pasado", dijo ayer McCain en un mitin en la localidad de Bethlehem, en Pensilvania. El candidato republicano describió a su adversario como un político formado en la corrupta maquinaria de la política local de Chicago, un arribista capaz de comprometer sus principios con tal de llegar al poder. "Estamos hartos de que Obama mienta sobre su pasado", añadió.

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Ése es el eslogan del momento en la campaña de McCain: "¿Quién es el verdadero Barack Obama?". Lo repiten hasta la saciedad en los Estados más castigados por la crisis económica, como Ohio, que con sus 11 millones de habitantes ofrece 20 votos electorales y fue vital para las victorias presidenciales de Bill Clinton y George W. Bush. Desde 1964, Ohio ha elegido siempre al candidato ganador, de ahí uno de los dichos que tanto repiten aquí los políticos locales: "Lo que hace Ohio, lo repite la nación". La última encuesta efectuada en este Estado, elaborada por The Washington Post y ABC News, le otorga a Obama una ventaja de seis puntos sobre su rival, con el 51% de los votos.

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"A pesar de las encuestas, éste sigue siendo un formidable campo de batalla", explica Jo Ann Davidson, que ahora es codirectora del Comité Nacional Republicano y que fue representante en el Congreso de Ohio durante 21 años. "Nosotros ya sabemos que las grandes ciudades de Ohio son terreno progresista. Donde McCain debe ganar es en los condados rurales y en los suburbios industriales, que son zonas muy tradicionalistas. Para ello debe desenmascarar al verdadero Barack Obama".

Los golpes bajos y el victimismo parecen ser el último recurso de McCain en Estados industriales como éste, fuertemente castigados por la crisis económica. Ohio, por ejemplo, es un Estado lacerado por el paro, con un 7,4% de desempleados, la mayor cifra en 16 años. En sólo un año, 100.000 personas han perdido sus puestos de trabajo. Ante unas condiciones económicas desfavorables, los subalternos de McCain en Ohio se han lanzado a una campaña de desprestigio y desgaste de su rival.

Al sur de la zona industrial de Cleveland, en la pequeña localidad de Brecksville, el alcalde republicano Jerry Hruby es un experto en desgranar los defectos del senador por Illinois: "¿Quién es Obama? ¿Con quién se ha asociado en su carrera? Con gente como su pastor, el reverendo [Jeremiah] Wright, que dijo aquello de 'Dios maldiga a América'. Con terroristas como [William] Ayers. Ése es Obama".

Junto a él, asiente Dom Sciria, agente inmobiliario de 50 años y voluntario en las oficinas de McCain en Brecksville. Por un lado, asegura que "Obama es uno de los candidatos más izquierdistas de la historia". Acto seguido, afirma que "su trayectoria es tan escasa que no se sabe en realidad quién es el senador". La contradicción inherente entre estos dos planteamientos parece no importar. "Es un radical", sentencia. Aquí, en las oficinas de McCain en los suburbios de Cleveland, nadie habla de la raza de Obama, ni de su peculiar nombre. Sólo de una inquietante falta de experiencia y de obtusos lazos con terroristas y reverendos radicales.

Brecksville es una verdadera miniatura representativa de Ohio, un pueblo con muchos pequeños negocios y trabajadores de la industria automovilística. Tiene una importante cantidad de votantes registrados como independientes -en torno al 40%, según el alcalde- que en el pasado se han inclinado tanto por Clinton como por Bush. Es en localidades como éstas donde se está librando la batalla más dura entre McCain y Obama. Y el primero ya ha comenzado el último asalto, dando golpes bajos.

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