_
_
_
_
_
La investigación del accidente de Barajas

La "batalla" del cambio de borrador

Los investigadores modificaron el texto por las quejas de los pilotos

El proceso de elaboración del primer informe oficial sobre el accidente del MD-82 de Spanair ha sido una "batalla", en expresión de una fuente próxima a la investigación, que ha convertido un borrador que apuntaba a cierta responsabilidad de la aerolínea en un documento ceñido a la descripción de los hechos y los datos comprobados. La publicación del primer borrador del informe preliminar, de 10 folios, uno más que el texto definitivo, provocó una crisis en el seno de la Comisión de Investigación de Incidentes y Accidentes de Aviación Civil (CIAIAC).

"No se trata de ocultar nada, pero no se deben sacar conclusiones"
Más información
La comisión del MD-82 elimina medidas preventivas y la crítica a Spanair

Sus 10 miembros se despertaron el 15 de septiembre con la noticia de que el texto que se iba a someter a votación aludía al siniestro de un avión del mismo modelo en Detroit (Michigan) en agosto de 1987 y deducía que una comprobación recomendada por Boeing a raíz de aquel suceso pudo evitar la tragedia.

Los siete vocales -propuestos por la Asociación Española de Pilotos Civiles Comerciales, la Asociación Profesional de Controladores Aéreos (actualmente vacante), la Asociación de Ingenieros Aeronáuticos, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y la Agencia Estatal de Meteorología- no conocían el texto. El representante de los pilotos comerciales, Valentín Villaroel, dimitió, pero la ministra de Fomento no aceptó la renuncia. En su carta a Magdalena Álvarez, el piloto explicaba que discrepaba "profundamente no solamente de la forma, sino del contenido, argumentaciones, y recomendaciones del borrador". La crisis se cerró cuatro días después con un comunicado en el que la CIAIAC denunciaba que se había violado el carácter reservado de la información que maneja la comisión.

El primer borrador se recondujo. Se eliminaron todas aquellas deducciones que carecían de base factual, las recomendaciones, las alusiones a otros accidentes y la descripción de algunos restos hallados. Una muestra: se deducía que la tripulación no comprobó el funcionamiento del sistema de alarma, porque no era obligatorio antes de cada vuelo. Un auténtico sofisma que soliviantó a muchos expertos en seguridad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pero la recta final del texto, la discusión en el pleno de la comisión (al que no asistió el representante de los ingenieros aeronáuticos, José Luis Tejo, convaleciente de una enfermedad) también llevó su tiempo. Los vocales se dedicaron durante varias horas el miércoles a "traducir" el texto a un lenguaje accesible, pero tratando de no perder precisión y rigor, según fuentes próximas a la CIAIAC. Si no hubiese víctimas mortales y el informe careciese de la relevancia social que ello conlleva, el informe hubiese sido mucho más técnico, señalan las mismas fuentes.

"No se trata de ocultar nada, pero un informe preliminar no debe sacar conclusiones sin base", añade una persona próxima a la investigación, "ni incluir datos, piezas sueltas del rompecabezas, que pueden inducir a conclusiones erróneas o parciales". Por ejemplo, se ha quitado la alusión a que "algunas partes del cilindro de control y pistón de slats", los alerones delanteros del ala, tenían una capa de hollín mientras que otras zonas de esos dispositivos "estaban más brillantes".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_