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Crisis financiera mundial | Los resultados del sector

El Santander prevé ganar 10.000 millones este año pese a la crisis

El beneficio crece un 5,5% más que en 2007 - El grupo elevará el dividendo de este ejercicio y el del próximo - Los préstamos dudosos casi se duplican

Íñigo de Barrón

Después de tantas semanas de continuas noticias negativas, escuchar la conferencia de resultados del Santander es como volver al mundo feliz. Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, mostró pantallas y pantallas de cifras en crecimiento. La Ciudad Financiera del Santander en Boadilla del Monte (Madrid) era ayer como una isla en donde la crisis financiera no había bombardeado. "Nos vemos fuertes y optimistas", cerró el discurso Sáenz. ¿Por qué, con la que está cayendo? "Por nuestros niveles de solvencia y de capital, que hace que no necesitemos ayudas de los Gobiernos; por la evolución del negocio y por el potencial de beneficios del grupo".

Para reforzar estas palabras, Sáenz volvió a la cifra mítica: "Es alcanzable que cerremos el año con 10.000 millones de beneficios". La entidad ganó 6.935 millones hasta septiembre, un 5,52% más que en los nueve primeros meses del año anterior. Sin tener en cuenta los extraordinarios, el resultado hubiera crecido el 15,8%. Las provisiones acumuladas suman 6.300 millones.

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Y otra cifra más para meter presión a los competidores: "Este año el dividendo ha crecido el 10% y el de 2009 también crecerá, aunque no sé cuánto". Y la última (Alfredo Sáenz es de Bilbao): "Nadie -entre el grupo de bancos internacionales con los que nos comparamos- tendrá mejor beneficio que nosotros este año".

Pero no todo fueron buenas noticias. La crisis financiera ha impactado de lleno en la cotización del banco. Las acciones del Santander han caído un 53% en lo que va de año. Incluso ayer, tras la presentación de resultados, perdieron un 2,47%. Preguntado por si este castigo se debe a que los mercados conocen algo que el banco oculta, la respuesta fue tajante: "El balance y el capital es lo que es. Aquí no hay trampa ni cartón. Lo que ocurre con la acción sólo es justificable por la histeria de los mercados", sentenció.

Otro impacto de la crisis ha sido la morosidad, que casi se ha duplicado al pasar del 0,89% al 1,63%, un ratio mejor que el de la media en España. Sin embargo, la entrada neta de créditos fallidos se ha multiplicado por 2,5 veces, hasta los 3.097 millones al cierre del tercer trimestre. En total, el Santander tiene 10.584 millones en morosos. La red Santander en España tiene una mora del 1,92% y Santander Consumer, el 3,87%, más que Brasil, que está en el 3,21%. Sáenz no quiso hacer previsiones de morosidad (sólo que acabaría este año por debajo del 2%) ni del negocio en 2009. "Hay muchas incertidumbres. No vamos a ciegas, pero sí hay mucha niebla", admitió.

Lo que sí aclaró es que una de las claves del beneficio ha sido que cada vez tiene mayores márgenes con los créditos y menores costes. Hace un año ganaba 3,85 puntos de media con los préstamos y en septiembre pasado elevó el margen a 4,17 puntos. "Para nuestro negocio nos viene mejor que suban los tipos. Ahora bajarán, pero no nos afectará hasta dentro de un año", confesó.

Por si la economía se tuerce, el grupo ha frenado el crédito. Hasta septiembre sólo crece un 3,5%. "No hay más demanda. No tiene que ver con la liquidez, porque tenemos de sobra", aclaró. ¿Entonces, para qué servirán las medidas del Gobierno?, le preguntaron. Sáenz, en un aprieto, sólo argumentó que para que la banca no se financie a corto plazo y para que haya menos tensión. Según este ejecutivo, es preferible que no se sepan las entidades que pidan financiación al Gobierno "porque si aparecen en titulares, lo que se ha hecho para dar tranquilidad, generará tensión".

Sáenz se mostró rotundo al decir que el Santander no ha tenido la "tentación" de vender productos tóxicos. Además, aclaró que el Banco de España no se lo hubiera permitido, aunque reconoció que si lo hubieran planeado "tampoco lo habríamos dicho". Sáenz, que negó tajantemente que el Santander necesite más capital como afirmó un informe de Merrill Lynch, dijo que mientras dure la crisis la recomendación es "quedarse en los cuarteles de invierno".

Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Grupo Santander, durante la presentación de los resultados.
Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Grupo Santander, durante la presentación de los resultados.EFE

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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