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La carrera hacia la Casa Blanca | El candidato republicano

McCain luce su historial de luchador para reavivar su candidatura

"Ya me han dado por muerto otras veces", afirma el republicano en Virginia

John McCain mantuvo ayer su último mitin en Virginia, uno de los Estados clave, tratando de renacer de sus cenizas, tal y como ha hecho en el pasado. A pesar de que las encuestas le dan como perdedor, el candidato no se resigna, y prometió seguir luchando hasta el último instante, confiando en su instinto de supervivencia. "Estamos unos pocos puntos por debajo, lo sé", dijo. "Pero a este candidato ya le han dado por muerto otras veces y siempre ha regresado".

El senador trató de animar a sus seguidores con uno de sus eslóganes: "Mac is back" ("Mac está de vuelta"). Hace un año, muchos analistas dieron su candidatura por acabada. Pero con dos victorias inesperadas en las primarias de New Hampshire y Florida, McCain logró hacerse con la nominación de su partido.

Obama tiene ventaja en las encuestas de este Estado, un bastión republicano
Entre los seguidores del senador hay más resignación que esperanza
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Sin embargo, el senador por Arizona estaba ayer en una situación que no imaginó en sus planes para llegar a la presidencia: el de su contrincante, Barack Obama, con una clara ventaja en las encuestas de este Estado, que históricamente ha sido un bastión republicano. A tres días de las elecciones, si hay un Estado sureño y socialmente conservador que tiene opciones de elegir a un demócrata ése es Virginia.

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"Dejadme que os diga lo obvio", dijo McCain al subirse ayer al escenario aquí en Springfield. "Necesitamos ganar Virginia. Sólo ganando Virginia podremos llevar a Washington el cambio que nuestra nación necesita. Y creo que lo podemos lograr". Pese a este optimismo, el candidato no lo va a tener fácil. Pocos virginianos recuerdan unas elecciones en las que hubiera habido tantos actos de campaña en los condados de este Estado. Y aquí estaba ayer McCain, a tres días de las elecciones, con posibilidades de perder.

El hecho de verse haciendo campaña en Virginia, en una zona tan republicana que fue el único Estado del sur en el que no ganó Jimmy Carter en 1976, se lo debe McCain a la creciente inmigración y a la expansión de los suburbios de Washington. Aquí los jóvenes profesionales con educación universitaria están tomando el relevo de una generación eminentemente rural y de clase trabajadora, con fuertes valores conservadores.

Los mismos virginianos admiten que en estos días viven una suerte de guerra civil electoral. El norte, organizado alrededor de Washington, donde se prevé una apabullante victoria de Obama, contra el sur, todavía rural, más despoblado e intensamente republicano. "El norte del Estado se ha convertido en una de las puertas de entrada a América", asegura Cindy Lorine, de 54 años y residente en Alexandria, en la zona metropolitana de Washington. "La inmigración ha hecho que los demócratas tengan una clara ventaja, y los republicanos nos vemos cada vez más desplazados. Pero confío en que el sur del Estado salga a votar masivamente y mantenga las cosas como están. McCain es un luchador y confío en que pueda ganar".

De hecho, como un guerrero llegó McCain ayer a Virginia. Dejó los escenarios habituales de Florida y el Medio Oeste para subirse a este escenario, acompañado de la música de la película Rocky, jaleado por una multitud de veteranos de guerra que gritaba otro de sus conocidos eslóganes: "La patria, primero". El candidato fue presentado como John el luchador McCain. Ronco, casi afónico, visiblemente cansado después de unas jornadas de campaña frenéticas, el senador llamó a las armas. "Necesito vuestra ayuda. Necesito que os hagáis voluntarios, que vayáis de puerta en puerta, que luchéis por mí. Yo he luchado toda mi vida por este país, y lucharé hasta el final. Llevo luchando desde hace 17 años y tengo las cicatrices para demostrarlo", dijo McCain, entre la súplica y el desafío. "Luchemos juntos para llegar a la Casa Blanca".

McCain se acompañó en este mitin del que llama su mejor amigo, el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, muy popular en los Estados sureños. "Es cierto que los demócratas han recaudado mucho dinero. Pero que yo sepa Virginia no está en venta, ¿verdad?". La multitud le respondió con una negativa, a todo pulmón. "¿Qué es esa basura de que Obama va a ganar en Virginia?".

Y, sin embargo, las encuestas se empeñan en desmentir tanto a Graham como a McCain. La media de Real Clear Politics le concede a Obama una ventaja neta de seis puntos y medio, con el 51% de los votos. El último sondeo, del Marist College, rebaja la distancia a un 4%, con un 51% para el candidato demócrata.

Entre los seguidores de McCain había ayer más resignación que esperanza. "Creo que Obama ganará", admite David Slack, de 35 años y de padres colombianos. "Sólo perderá si ocurre algo muy grave en su campaña".

Si McCain gana aquí será por la abultada población militar y gracias a las zonas rurales. Ayer hizo un último esfuerzo para tratar de arañar unos cuantos votos aquí en el norte. Pero parecía que ni siquiera el mismo candidato estuviera muy convencido de sus posibilidades. "Si me elegís presidente...", comenzó a decir a medio discurso. De repente, calló y reformuló su frase: "Quiero decir, cuando me elijáis presidente...".

El candidato republicano, John McCain, en un acto electoral celebrado ayer en la Universidad de Newport, en Virginia.
El candidato republicano, John McCain, en un acto electoral celebrado ayer en la Universidad de Newport, en Virginia.AFPAFP
Ohio a tres días de las elecciones norteamericanas. John McCain y el Gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, juntos en un mitin. Con las encuestas por los suelos, Schwarzenegger ha querido estar junto al candidato republicano.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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