Alemania renuncia a equilibrar el presupuesto por el plan anticrisis

El Gobierno alemán aprobó ayer un paquete de medidas para reactivar la economía en los próximos meses. La canciller democristiana Angela Merkel (CDU) explicó su intención de "tender un puente para que las cosas mejoren en 2010". Su Gobierno de coalición con los socialdemócratas (SPD) sumó ayer más de 11.000 millones de euros a los 20.000 dispuestos en octubre para amortiguar los efectos de la crisis financiera y crediticia sobre la economía real.

Con esta medida, Alemania renuncia a equilibrar los presupuestos públicos hasta 2011, una de las metas que la gran coalición se había impuesto en esta legislatura. Ayer, el Gobierno daba esta fecha por "irrealizable" y sugirió el 2013 como posible límite. Ningún Gobierno alemán ha logrado cumplir en los últimos 40 años este objetivo clave de la canciller Merkel y su ministro de Hacienda, Peer Steinbrück (SPD).

Bruselas investiga si la inyección pública a Commerzbank daña la competencia

La discusión interna entre el ministro de Economía, el socialcristiano Michael Glos (CSU), y el socialdemócrata Steinbrück, respecto al mejor modo de reactivar la economía con el mínimo impacto presupuestario, ha ralentizado la gestación del paquete. Glos, partidario de recortes fiscales, se había opuesto a las medidas de inversión públicas propuestas por los socialdemócratas. Al final, el programa lanza 15 medidas de apoyo para incentivar la economía. En total, el Gobierno pretende generar nuevas inversiones de hasta 50.000 millones de euros, mediante recortes fiscales y gastos extraordinarios que se repartirán el presupuesto federal, los Estados y los municipios.

El conjunto de las medidas, que pueden calificarse de moderadas, revelan la confianza gubernamental en un repunte económico a finales de 2009. Steinbrück se refería ayer a la bajada del precio del petróleo como próximo acicate para la economía mundial.

Desde ayer, los compradores de un coche nuevo quedarán exentos del impuesto sobre circulación por un año o dos, según sus emisiones contaminantes. Además, el Gobierno duplicará hasta los 2.000 euros la cantidad máxima desgravable por trabajos de saneamiento y aislamiento de viviendas. Las reformas que contribuyan a mejorar la eficiencia energética de edificios, públicos y privados, aspirarán además a parte de los 3.000 millones de ayudas extraordinarias aprobadas.

El Ejecutivo insta al banco público de desarrollo KfW a conceder 15.000 millones de euros en nuevos créditos a las pequeñas y medianas empresas con dificultades de financiación en la banca privada. Del erario público saldrán además otros 5.000 millones para inversiones en infraestructuras y en regiones afectadas por la crisis. De ellos, 2.000 se destinarán a vías de comunicación.

Las empresas contarán con condiciones fiscales más favorables que les permitirán, en los próximos dos años, desgravar el 25% de sus inversiones en maquinaria móvil e instrumentos de trabajo. Se prolongarán además los subsidios para las suspensiones temporales de empleos o reducciones de jornada condicionadas por la crisis. Los trabajadores suspendidos percibirán dos tercios de sus salarios durante 18 meses, seis más que hasta ahora.

El programa se propone también facilitar el acceso al trabajo de los desempleados mediante la creación de 1.000 nuevos puestos de asesoramiento en la Oficina de Empleo, equivalente al Inem. Por otra parte, la Comisión Europea investiga si la inyección de 8.200 millones de euros decidida por Alemania para salvar a Commerzbank distorsiona la competencia, informa Europa Press. Bruselas denunció que la remuneración que el banco deberá pagar al Estado por este capital es inferior a la prevista en el plan alemán de rescate bancario. Un portavoz comunitario explicó que Alemania recibirá del banco un 8,5% de interés por el primer tramo del capital y un 5,5% por el segundo. El plan, sin embargo, establece que la remuneración mínima no podrá ser inferior al 10%.