El presidente y Rajoy piden más regulación contra los excesos

Casi todo ha cambiado en la relación entre el Gobierno y la oposición desde que explotó la crisis financiera. El PP, después de unas dudas iniciales, ha optado por el apoyo al Ejecutivo. Primero, a las ayudas de 150.000 millones de euros a la banca con problemas de liquidez -en compra de activos y avales- y ayer para la posición de España ante la cumbre de Washington.

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy estuvieron juntos durante 40 minutos ayer en el despacho del presidente del Congreso, José Bono, y a la salida todo fueron parabienes. Rajoy expuso lo que le había propuesto, y entregó un papel detallado, al que el presidente responderá en los próximos días. Sin embargo, fuentes del PP y PSOE coinciden en que en líneas generales, los dos están de acuerdo en qué posición debe llevar España a la cumbre.

Rajoy explicó que se debe reivindicar el buen funcionamiento del sistema financiero español como un ejemplo -algo que atribuyó al PP por los cambios que se hicieron en 1999- pero sobre todo que en la cumbre hay que proponer mayor regulación en el mercado para evitar los "excesos" que han cometido algunos empresarios y en especial algunos agentes del sistema financiero. Tanto La Moncloa como el PP apuntan a las agencias de rating, que no reflejaron los agujeros de los bancos de inversión.

Rajoy, en un discurso que ha adoptado en los últimos días, señaló que éste es "un momento para defender los valores. Hay gente que ha querido ganar mucho dinero en poco tiempo, debemos apoyar a las pequeñas empresas, que no deben pagar por los que han querido forrarse en poco tiempo".

También hubo acuerdo en que España no debe estar sólo en esta cumbre, sino en todas las de este tipo que se celebren a partir de ahora. PSOE y PP trabajarán juntos para lograr que España dé ese salto.

Rajoy señaló una discrepancia clara, donde puede centrarse el debate económico en los próximos meses. Mientras ambos están de acuerdo en que en Washington España debe seguir defendiendo "la libertad económica y la economía de mercado", el PP plantea un criterio de choque con el PSOE: la austeridad. Zapatero ya señaló la semana pasada que está dispuesto a incurrir en más déficit público si con eso ayuda a la reactivación económica y a proteger a los desempleados. El PP no está de acuerdo con el aumento del déficit, ni siquiera en estas circunstancias.