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Reportaje:

Venezuela se vuelca en las urnas

Chávez convierte las elecciones regionales en un plebiscito sobre su futuro - Disidentes y opositores le arrebatan varios Estados, según los primeros sondeos

Francisco Peregil

Los disidentes que se han ido desmarcando de Hugo Chávez en sus 10 años como presidente del Gobierno venezolano amenazaban ayer con romper el monopolio oficialista en las elecciones regionales. Chávez convirtió estos comicios en un plebiscito sobre su persona, a sabiendas de que las encuestas le auguraban una victoria segura en la mayoría de los 22 Estados en disputa. Tan seguro se mostraba que el pasado martes, en un mitin celebrado en Caracas, declaró: "Perder al menos tres gobernaciones en estas elecciones resultaría una derrota para el Gobierno Nacional".

La oposición aspiraba a mantenerse en los Estados donde ya gobernaba: Nueva Esparta y Zulia, y a partir de ellos, limar cotas de poder a Chávez en los Estados de Carabobo, Sucre o Táchira. Los disidentes del chavismo, por su parte, intentaban asentarse en los Estados de Barinas, tierra natal de los Chávez, Guárico y Trujillo.

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Los primeros datos de la encuestadora Datanálisis arrojaban datos muy esperanzadores para la oposición, cuando eran las tres de la mañana en la España peninsular (cinco horas y media menos en Venezuela) y aún se estaba votando en algunos lugares del país. "Los primeros conteos de actas son positivos para la oposición en Zulia, Carabobo, Nueva Esparta, Barinas, Sucre y en el municipio de Sucre (Caracas), donde se encuentra el barrio de Petare", indicó Luis Vicente León, director de Datanálisis. "Es importante resaltar que estos son datos provenientes de los primeros conteos y no se puede hacer una extrapolación definitiva", advirtió.

Chávez, quien pese a la derrota en el referéndum del pasado 2 de diciembre sigue siendo el político de mayor respaldo popular, convirtió los comicios locales y regionales en un plebiscito, en el que lo que parecía dirimirse era la confianza que los venezolanos otorgarían a su persona. Diosdado Cabello, el gobernador chavista de Miranda, uno de los empresarios más ricos del país y uno de los más atacados por la oposición, dijo durante la campaña: "Los votos son del presidente. Si me lanzo solo, voy a sacar el 3%. ¿Con eso le gano a alguien?".

A media tarde, las calles estaban repletas de gente con el dedo índice manchado de tinta, señal de que buena parte de los 17 millones de venezolanos convocados a las urnas habían votado. "En algunos Estados, los candidatos chavistas no tienen peso político. Pero basta con que Chávez les haya levantado la mano para que se alcen con la victoria. Pero a pesar de la influencia de Chávez, seguramente a partir de hoy el mapa electoral será un poco más variado. Y eso tal vez se deba a los disidentes, lo que se viene llamando el chavismo sin Chávez", pronosticaba el sociólogo Ignacio Ávalos, presidente de la encuestadora Ojo Electoral. "Pero nunca hay que subestimar en este país la incapacidad de la oposición para ganar elecciones", advertía.

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En los comicios locales también los candidatos chavistas tenían previsto alzarse con la mayor parte de las alcaldías, como ya hicieron en 2004. La oposición apenas aspiraba a mantenerse en Maracaibo, capital del Estado petrolero de Zulia, y a alzarse con Sucre, un municipio caraqueño donde se encuentra el distrito de Petare. Petare es, con 686 asesinatos registrados en 2007 entre 1,5 millones de habitantes, el barrio más poblado y peligroso de Caracas. Y la capital es la ciudad más violenta de un país en el que, según todas las encuestas, la principal preocupación del ciudadano es la inseguridad.

El pasado noviembre, hace justo un año, una forma segura de subir a Petare era caminar junto a Carlos Ocariz, un licenciado en ingeniería civil de 37 años, que ya venía repartiendo octavillas y estrechando manos tres veces por semana como candidato a la alcaldía por el partido Primero Justicia. "Ésta es la única forma que tengo de luchar contra la maquinaria de Chávez. Porque cuando llegue la campaña, Chávez vendrá y arrastrará con su mera presencia a mucha gente", decía. Y llegó la campaña y vino Chávez. "En cuatro semanas ha visitado Petare 10 veces, más que en cuatro años. Y no es sólo él, es todo el Estado con sus diputados y ministros. Han regalado colchones y lavadoras y han conectado 10 veces en directo por televisión en retransmisiones nacionales con las que están obligadas a conectar todas las cadenas del país".

Colas para votar en un colegio electoral de Caracas.
Colas para votar en un colegio electoral de Caracas.REUTERS

22 Estados en juego

- Unos 17 millones de venezolanos estaban convocados a las urnas ayer para elegir gobernadores en 22 de los 23 Estados de Venezuela y alcaldes en 328 municipios.

- El chavismo logró 278 ayuntamientos en los comicios de 2004.

- Unos 140.000 soldados han sido desplegados para garantizar el orden en la jornada electoral.

- Los Estados de Barinas, Guárico y Trujillo son los principales escenarios del pulso entre el presidente y los disidentes del chavismo.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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