Acto en recuerdo de las víctimas
"Éste es el momento más difícil de la historia de Gavà". Con estas palabras definía el alcalde, Joaquim Balsera, la consternación que vive el municipio tras lo que califica de "tragedia". Esta sensación la compartían las más de 300 personas que participaron ayer en una concentración silenciosa en la plaza de Jaume Balmes, a las puertas del ayuntamiento. La interpretación del Cant dels ocells precedió un acto emotivo al que asistieron también la delegada de la Generalitat en Barcelona, Carme Sanmiguel, y los alcaldes del Prat, Lluís Tejedor, y Castelldefels, Antoni Padilla, para mostrar su solidaridad.
Un sentimiento de unión y apoyo que también se recoge en el manifiesto leído durante la concentración, que destacó que las familias "no están solas" y que Gavà es "una ciudad unida por aquellos que todavía luchan en una batalla crucial por su vida". Balsera reiteró que los vecinos deben tener la seguridad de que el Consistorio estará de su lado para ayudarles y "esclarecer las causas del accidente". En este sentido, el alcalde aseguró que el Ayuntamiento mantendrá "mientras sea necesario" los servicios de atención sanitaria y psicológica en el centro cívico de Ca n'Espinós. Allí se ofrecen desde el miércoles cuatro comidas diarias para cerca de 200 personas. Cuatro familias tienen ya las llaves de los pisos de alquiler habilitados por la Generalitat y el resto de afectados siguen realojados en hoteles de la zona.
