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El futuro de América Latina

Latinoamérica pide voz en los organismos financieros

La cumbre de Sauípe busca una posición común ante la crisis

Soledad Gallego-Díaz

La primera Cumbre de América Latina y Caribe (CALC) se clausurará hoy en Sauípe (Brasil) con una declaración conjunta en la que está previsto que 33 países de la región, reunidos por primera vez en la historia sin la presencia de EE UU ni de la Unión Europea, reclamen su protagonismo conjunto a la hora de construir "una nueva arquitectura financiera internacional que garantice la transparencia de la gestión y fortalezca los mecanismos de regulación". Los países latinoamericanos y caribeños se comprometerán también a "construir una posición común" ante la actual crisis económica mundial y a participar activamente en la Conferencia de Alto Nivel sobre el tema que tendrá lugar, organizada por la ONU, en el primer semestre de 2009.

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En la sesión inaugural de la megacumbre convocada por Brasil, prácticamente todos los oradores subrayaron la importancia de acentuar los mecanismos de integración latinoamericanos, como única respuesta posible a la crisis financiera y económica mundial. El hecho de que existan en América Latina numerosos presidentes de izquierda o centro-izquierda se apreció en la fuerte insistencia en mantener una vigorosa agenda social que ayude a defender el empleo y no haga retroceder los avances logrados en la lucha contra la pobreza. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue el primero en advertir sobre los riesgos de la fuerte restricción de crédito que existe en todo el mundo y la necesidad de reducir la dependencia del comercio de la región de monedas exteriores, así como en la importancia de elaborar posturas comunes ante los organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, etc.).

En un gesto que subraya la renovada autonomía de América Latina respecto a Estados Unidos, Lula anunció que Mercosur (más Venezuela) ayudarán a Bolivia, muy afectada por la decisión de Washington de castigar la expulsión de la agencia antidroga de EE UU, la DEA, con la supresión de ventajas arancelarias para los textiles bolivianos. Evo Morales agradeció esta solidaridad, gracias a la cual los textiles de su país podrán entrar en cualquier país de Mercosur con arancel cero.

La voz más crítica con el camino recorrido hasta ahora fue la del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien aseguró que hubiera sido más fácil hacer frente a las circunstancias actuales si América Latina se hubiera dotado ya de un Banco de Inversión regional, que coordinara el uso del ahorro de sus países. "Todo sería más fácil", insistió, "si existiera al menos un Fondo Común de reservas, que muchos de nuestros países mantienen ahora en el exterior y que no ayudan a financiar nuestras economías sino las de esos países". Correa, enfrentado a Brasil por el tema del pago de la deuda, coincidió sin embargo con Lula en la urgencia de establecer mecanismos que permitan a los países latinoamericanos comerciar sin usar monedas extranjeras como "intermediarias".

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Una de las intervenciones más esperadas fue la del presidente de México, Felipe Calderón, muy poco presente hasta ahora en iniciativas de integración regional, quizás por sus enormes implicaciones económicas con EE UU. Calderón insistió en hablar de "nuestra América" y en reclamar la pertenencia de México a la región. De acuerdo con su posición más liberal, advirtió sobre cualquier intento proteccionista y la necesidad de "reacelerar" el crecimiento económico de la región con políticas que permitan alentar las inversiones extranjeras.

Hugo Chávez prefirió no acudir a la sesión de apertura y en su lugar intervino el viceministro venezolano Francisco Arias. "El presidente viene con retraso, pero no tanto como el que lleva la entrada de Venezuela en Mercosur", bromeó éste, en indirecta por el hecho de que Venezuela siga siendo sólo un país asociado de la organización. Chávez llegó a tiempo para intervenir con brevedad en la segunda sesión plenaria. A la espera del discurso que tiene previsto pronunciar hoy, insistió en el gran potencial que sumaban los 33 países sentados en la mesa: "Según la CEPAL", dijo, "entre todos tenemos 509.275 millones de dólares de reservas [unos 369.000 millones de euros]". Chávez afirmó que, si como había explicado antes el presidente dominicano, Leonel Fernández, la crisis es mucho mayor de lo que se ha dicho y harán falta 10 o 15 años para reponerse, "entonces conviene que todos recordemos la frase de Sarmiento según la cual América Latina no debe esperar nada sino de ella misma, de nosotros mismos".

Ayer se celebró también una corta cumbre de Unasur, que presidió la chilena Michelle Bachelet. El asunto más candente no figuraba en el orden del día: el nombramiento del secretario general. No fue posible un consenso. La candidatura del ex presidente argentino Néstor Kirchner está vetada por el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.

Hugo Chávez y Raúl Castro se abrazan ante Evo Morales (abajo a la izquierda) y Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre en la ciudad brasileña de Sauípe.
Hugo Chávez y Raúl Castro se abrazan ante Evo Morales (abajo a la izquierda) y Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre en la ciudad brasileña de Sauípe.AP

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