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La hazaña de Atlantic Records

Diego A. Manrique

Era el momento soñado por una industria que espera, que quiere, que necesita ver la salvación en el mundo digital: Atlantic acaba de anunciar que su negocio digital ha alcanzado el 51% de sus ingresos, lo que supone superar a las ventas en soportes convencionales.

Atlantic, histórico sello neoyorquino, es parte del grupo Warner Music. En total, los ingresos digitales de Warner sólo llegan al 27% del total. La hazaña de Atlantic responde a su apuesta decidida por vender sus grabaciones en iTunes y tiendas similares, aparte de los ringtones para móviles.

Según Julie Greenwald, presidente de Atlantic Records, el modus operandi de la industria se ha complicado: "Para vender un millón de copias de un disco, antes debías conectar cinco puntos; ahora pueden ser 20". También se ha modificado el reparto del presupuesto de mercadotecnia: los videoclips son más baratos y también se recorta el dinero reservado a financiar las giras promocionales. En ese aspecto, las discográficas se muestran peleonas: si invierten cantidades en lanzar a un grupo o solista, exigen un porcentaje de los cachés y el merchandising.

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El fenómeno Atlantic no resulta posible en España, explican fuentes de la industria musical. "Puede haber algún paralelismo en el hecho de que trabajan con artistas muy localistas, figuras como el rapero T. I. que sólo funcionan allí. Salvando las distancias, serían el equivalente de Melendi o El Arrebato. Por el contrario, Atlantic tiene artistas, como el cantante Kid Rock, que se niegan a vender sus discos en iTunes".

El mercado digital estadounidense se basa en las ventas online, no en los famosos politonos, que tanto han sido explotados en España. "La habilidad de Atlantic consiste en hacer lo que llaman bundles, ofertas de contenidos que complementan el lanzamiento oficial, desde salvapantallas a remezclas o temas exclusivos". Aparte, allí se contabilizan otras fuentes de ingresos, como la radio por satélite o los servicios de suscripción, "inexistentes o poco desarrollados aquí. Son iniciativas con escaso potencial entre nosotros, donde el consumidor considera el gratis total como derecho conquistado".

La otra cara de la moneda es que, aparte de Atlantic, las discográficas siguen dependiendo de los soportes físicos para cuadrar sus cuentas. Ocurre que los CD viven tiempos turbulentos: en Estados Unidos, sus precios se han reducido pero parece que no lo suficiente. Al mismo tiempo, la contracción del mercado ha resultado fatal para tiendas grandes y pequeñas, lo que dificulta la supervivencia del llamado negocio de "cola larga", que apuesta por vender pequeñas cantidades de muchos títulos. Se trata de referencias que tienen poca cabida en los grandes almacenes -Wal Mart, Best Buy-, que son los canales favoritos de las multinacionales. Gigantes que se pueden permitir exigir ediciones censuradas de determinados lanzamientos.En 2011 la música digital alcanzará el 50% de las ventas totales

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