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El mar embravecido mata a cuatro personas en Cataluña y Valencia

Olas de hasta seis metros barren la Costa Brava y el litoral de Barcelona

Tres muertos en Cataluña y uno en la Comunidad Valenciana. Este es el balance de los dos días de temporal que ha afectado sobre todo a las provincias de Girona y Barcelona. Todo ellos han fallecido a consecuencia del estado embravecido de la mar, con olas que han alcanzado los seis metros de altura y en algún caso excepcional -como en la bahía de Roses, en la Costa Brava- hasta los ocho metros.

El primer fallecido a consecuencia del temporal fue un submarinista experimentado que el viernes pasado se vio obligado a deshacerse de la botella de oxígeno al quedar a merced de la fuerte corriente en Sant Andreu de Llavaneres, en el litoral barcelonés. Otros dos acompañantes fueron rescatados del mar con vida. El oleaje les había impedido acercarse a su embarcación y el fallecido, Pedro Fernández, murió aplastado en las rocas. El segundo muerto fue el ocupante de un vehículo que circulaba por el espigón de El Prat de Llobregat. Un golpe de mar arrastró el vehículo y uno de los dos ocupantes pudo salvar la vida, mientras que el cuerpo del otro fue recuperado del mar sin vida.

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El tercer fallecido en Cataluña fue el vigilante de un almacén en el muelle de Gregal de Barcelona, quien pasadas las cuatro de la madrugada de ayer fue arrastrado por una ola mar adentro.

Los Bomberos de la Generalitat catalana realizaron más de 400 salidas por la nieve y el viento. La mayoría de las actuaciones consistieron en retirar árboles caídos, reparar tendidos eléctricos y recoger mobiliario urbano derribado por las ráfagas de viento. La línea C-1 de Renfe estuvo interrumpida durante el día de ayer -y por la tarde no se había restablecido el servicio- entre las localidades de Vilassar de Mar y Mataró. Una docena de autobuses se ha encargado de cubrir el trayecto entre ambas localidades del litoral barcelonés.

El acontecimiento más espectacular sucedió el viernes por la tarde en el puerto de Palamós, en la Costa Brava, cuando un transbordador con 19 tripulantes rompió amarras. Un incendio en la sala de máquinas dejó el barco a la deriva. Salvamento Marítimo trató de evacuar a los tripulantes por medio de un helicóptero, pero las ráfagas de viento lo hicieron imposible. El hecho de que el temporal comenzara a amainar en la tarde de ayer permitió que el transbordador fuera remolcado hasta el puerto de Barcelona. Cerca de Palamós, en Castell-Platja d'Aro, cuatro personas resultaron heridas de diversa consideración a consecuencia de los efectos del temporal que afectó a la localidad, donde una treintena de vecinos fueron desalojados de sus casas por el temporal marítimo. A mediodía de ayer, se prohibió el acceso a las playas de Barcelona, destrozadas por efectos del temporal.

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En lo que respecta a la situación viaria en Cataluña, desde primeras horas de la madrugada de ayer ya se restableció la circulación por el paso fronterizo de La Jonquera, que permaneció interrumpido unas 12 horas. En la tarde de ayer solo tres carreteras catalanas permanecían con la circulación interrumpida: dos a causa de la nieve y una por el aguacero.

Un pesquero destrozado por el temporal en la playa de Blanes (Girona).
Un pesquero destrozado por el temporal en la playa de Blanes (Girona).EFE

"Jefe, había que hacer algo"

Jesús Ginestar Ciscar, un policía local de Gandia de 42 años, padre de 3 hijos, acababa de rescatar a una mujer rusa de 45 años a la que la fuerza de una ola había arrastrado desde la escollera del puerto gandiense, donde se encontraba haciendo fotos con su compañero, a un mar embravecido por el temporal. Sin embargo, su voz no transmitía ninguna emoción especial. "Lo que he hecho forma parte de nuestro trabajo. Hoy sale en los periódicos y otras veces, no". No tiene ningún afán de notoriedad, se le nota. Cuando habló con el alcalde de Gandia para explicarle los hechos, el socialista José Manuel Orengo, su laconismo fue absoluto: "Jefe, había que hacer algo".

Y lo hicieron. Él y su compañero, Juan Antonio Tornero, llegaron a la escollera del puerto tras recibir un aviso de que un golpe de mar se había llevado por delante a dos personas. A la mujer la pudieron divisar amarrada a un pilote del puerto. De la persona que le acompañaba, un vecino de Simat de la Valldigna de 53 años, no había el menor rastro. Cuando ambos policías locales llegaron al puerto, se encontraban presentes agentes de la policía portuaria y Guardia Civil. Jesús Ginestar narra los hechos: "Había un flotador, de esos de corcho. Me lo puse alrededor de la cintura y me lancé al mar mientras mi compañero me sujetaba". ¿Y eso cómo se hace? "Pensat i fet"

("Pensado y hecho")

Cuatro tragedias

- Sant Andreu de Llavaneres.Un submarinista muere el viernes destrozado contra unas rocas adonde fue empujado por la corriente.

- El Prat de Llobregat. Un vehículo es arrastrado al mar cuando circulaba por el espigón de El Prat de Llobregat el viernes. Fallece uno de los dos ocupantes.

- Puerto de Barcelona. Un vigilante de un almacén del puerto de Barcelona falleció en la madrugada de ayer al ser arrastrado por una ola.

- Puerto de Gandia. Un hombre de 53 años muere la mañana del sábado al caer al agua por un golpe de mar.

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