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PERSPECTIVAS DE AÑO NUEVO

La informática en la nube, el gran desafío para los próximos años

El software como servicio en el campo profesional ha seguido avanzando y ahora marca la pauta frente al modelo tradicional basado en la venta de licencias. El código abierto sigue abriéndose paso. Unido a factores como la competitividad, la externalización y la economía de escala, impulsa la caída de los precios del software corporativo.

El resultado es que el cliente tiene más poder de elección que cuando la oferta era menor y la inexistencia de estándares favorecía los mecanismos de lock in. El navegador Firefox, una de sus aplicaciones más populares, alcanza el 20% de cuota de mercado y cuenta con centenares de extensiones. Microsoft anuncia su intención de recuperar terreno con Internet Explorer 8. Google celebró su décimo aniversario en septiembre sin interrumpir su ya habitual bombeo de nuevas aplicaciones y servicios en red, que ya suman medio centenar. Entre las más destacadas de 2008 figura Chrome, su aportación a la guerra de los navegadores web.

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Las aplicaciones gratuitas no son cosa de hoy, pero ahora existen más, son más fáciles de usar y muy funcionales. Los desarrolladores están dejando atrás los tiempos del monocultivo Windows para abrir sus aplicaciones a los distintos sistemas operativos. Pero Microsoft conserva una cuota de mercado envidiable, especialmente en la sobremesa, aunque los sistemas abiertos y Apple le arañen porcentaje y Vista siga sin convencer.

El nombre propio de 2008 ha sido el cloud computing o informática en la nube, en el cielo, el próximo gran desafío al que se enfrentará esta industria. IBM y Amazon lo ven como una gran oportunidad, como ya hicieron Google y SalesForce. Se trata de que los recursos informáticos están en la Red interconectados, sin limitaciones por el tipo de aparatos ni por el lugar desde donde se conecten.

Es un mundo basado en una potencia de recursos, de capacidad de cálculo y de economía de escala sin precedentes, que proporcionará servicios gratuitos y ahorrará costes. Aunque Microsoft ha entrado en este tren con el paso cambiado, intentará reconducirlo. De momento, ha presentado la nueva generación de servicios Windows Live y anuncia el futuro sistema Azure, entre otros productos. No le será fácil encontrar una fórmula capaz de generar los ingresos que le proporcionan las ventas de sus licencias. Del desenlace de esta apuesta depende la informática en el futuro.

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