Rebajas todo el año
Bazar Tánger, de Zaragoza, da su receta para vender barato: "Comprar cada semana, y lo justo"
La tienda es pequeña, muy pequeña. Quizá sea la tienda de tecnología con menos metros de España. La superficie total es de 16 metros cuadrados divididos, además, en dos plantas, donde se pueden encontrar más de 4.000 referencias. Dependiendo del tamaño del cliente, para que entre uno tiene que salir el que está comprando. No resulta extraño, pues, que Juan Beorlegui, el propietario del Bazar Tánger (Azoque, 37, Zaragoza), diga sonriendo: "Aquí las ventas se hacen de canto".
Beorlegui, de 48 años, ha trabajado siempre en el bazar. "Lo abrió mi padre en 1964, cuando no había tecnología. Venía de Casablanca (Marruecos) y se dedicó al regalo oriental. Llegaron los transistores y los relojes digitales". Ahora, venden Mp4, DVD portátiles, telefonía, pen drives, discos, tarjetas de memoria, agendas. "No hacemos rebajas de enero porque las tenemos todo el año. Ponemos algún artículo a precio de coste. Son productos con gancho, como la barra de pan en alimentación".
"Nuestros productos estrella son los reproductores MP4. Los vendemos a partir de 24 euros". Pero hay más. "Un pen drive de 4 gigas cuesta 10,95 euros; una tarjeta de memoria micro SD de 2 GB, 5,95; un reloj Casio F91, 8,95 euros. En otros sitios cuesta 13 euros: la diferencia es poca en euros, pero un 35% en precio". Los precios cambian cada pocos días. Asegura que su negocio es como el del pescado. "Hay que comprar fresco todas las semanas. ¡Ah!, y comprar lo justo para no perder".
Tal vez por el tamaño del bazar, a Beorlegui nunca le han preocupado las grandes superficies, aunque sabe que han contribuido a cambiar el comercio urbano. "Con el boom del año 80, en Zaragoza había 30 bazares. Ahora quedamos tres". Tánger es un negocio familiar. Mientras hablamos con Juan abajo, por un altavoz se oye la voz de su hermano, que atiende a un cliente arriba. A la hora de hablar de la crisis, Juan Beorlegui se pone serio. "Es mucho peor que la competencia de las grandes superficies. Va a ser un año duro". Se queda pensativo unos segundos y remata: "Habrá que hacerlo bien".
