"Algunos jugadores necesitan cariño"

Desde que llegó al Madrid, en diciembre, Juande ha dirigido seis encuentros. Sólo ha perdido contra el Barcelona en el Camp Nou. O, lo que es lo mismo, se ha apuntado cinco victorias seguidas. Tres (Valencia, Villarreal y Deportivo), por la mínima. Goleó al Mallorca y, con la colaboración de Pérez Burrull, a Osasuna. No ha habido más. Con él ha vuelto el 1-0 capelliano. Al técnico italiano se le echó con una Liga en el bolsillo porque su fútbol "no divertía".

Cuando se le pregunta si este Madrid le divierte, Juande se hace el evasivo. Evidentemente, no puede decir que no -a Bernd Schuster le despidieron por decir que era imposible ganar al Barça en su campo-, pero tampoco escudarse en que su única meta son los puntos. "Queremos ganar los partidos y jugar de la mejor manera posible. Unas veces se puede y otras no", adujo; "creo que hicimos una primera parte muy buena. En la segunda queríamos marcar algún gol más, pero tuvimos que conformarnos con la victoria mínima". Es lo que le permite seguir a 12 puntos del Barça y no recibir tantos goles como los que recibía el Madrid de Schuster. "La gente igual no está a gusto. Nosotros, sí, porque estábamos muy tocados", apuntó Pepe.

Mijatovic: "Tengo contrato hasta 2010. Yo estoy por encima de las elecciones"

Pero, con Guti lesionado y Sneijder apagado -ha sido sustituido en todos los encuentros con Juande- el Madrid sólo dispone de Robben para tener profundidad, chispa y ocasiones. Prima el orden defensivo porque, como dice Juande, "ya se verá cómo está la clasificación cuando queden seis jornadas". Su objetivo declarado es sumar puntos. Pero hay otros dos encubiertos. El primero, trabajar con un once base con vistas a la eliminatoria de la Champions contra el Liverpool, por lo que lleva tres partidos repitiendo la alineación. El segundo, recuperar anímicamente a algunos jugadores, como Marcelo, Drenthe y Huntelaar.

El caso de Huntelaar es el más grave: el club se gastó 20 millones de euros en su fichaje en el mercado de invierno pensando que sería el sustituto ideal de Van Nistelrooy. De momento, no tiene ni carácter ni gol. A Juande, ayer, le pitaron precisamente cuando sustituyó a Higuaín con él y a Raúl con Drenthe, dos cambios ya hechos en los últimos encuentros. "Si sale Marcelo, pitan; si sale Roy , pitan; si sale Huntelaar, pitan. No sé qué quiere la gente. Hay jugadores que quiero recobrar. Hay que ayudarles anímicamente. Pediría para ellos un poco más de cariño. Lo necesitan", analizó. "Entonces, ¿lo de Huntelaar es sólo un problema de falta de cariño?", le preguntaron. "Está en proceso de adaptación. Juega como puede los minutos que le damos".

Huntelaar no se paró en la zona mixta. Sí Drenthe, que se derrumbó al minuto de empezar a hablar: "Todo esto es muy duro para mí. Sé que esto es el fútbol y que tengo que ser fuerte. Pero, con 21 años, debo crecer. Cuando voy a mi casa, sigo pensando en la reacción del público

[hay risas cada vez que se acerca a la pelota]. Heinze y Raúl me están dando muchos ánimos, pero no es fácil. Ni para mí ni para mi familia, que está hundida". Llegó en el verano de 2007 por 13 millones como "la nueva promesa del fútbol europeo", según dijo el director deportivo, Pedja Mijatovic, quien anoche, tras afirmar en su día que se iría del club cuando se fuera Ramón Calderón, aseguró a los micrófonos de Canal + que no piensa irse hasta 2010. "Tengo contrato hasta 2010 y mi cargo no depende de las elecciones presidenciales. Yo estoy por encima de eso".