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ÁLAVA | Caos por las tormentas

Enclaves aislados por el Zadorra

Varios pueblos de la ribera del Zadorra, junto a algunos concejos de las afueras de Vitoria, permanecían anoche aislados por la crecida de las aguas de dicho río, motivada por el desembalse preventivo del pantano de Ullibarri. El enclave más problemático de toda Álava se encontraba en el enlace de la N-I con la N-622, a la altura de Altube, que permanecía cerrada a última hora de ayer. El caudal del Zadorra llegó a subir en el peor momento hasta 16 centímetros.

El cese de las precipitaciones permitió aliviar la presión de desembalse de los pantanos que abastecen al Gran Bilbao y la capital alavesa. Así, el caudal del Zadorra fue remitiendo en los barrios del norte de Vitoria, Betoño y Gamarra, sobre todo, donde había llegado a invadir bajos de viviendas y fábricas hasta 50 centímetros de altura.

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La crecida del río que rodea la ciudad también dejó su huella en el sur, donde se suspendió toda actividad comercial, académica y deportiva. A partir de las tres de la tarde, se cerraron al público el complejo deportivo de Mendizorrotza, los frontones Ogueta, Olave y el número tres del Complejo Deportivo Beti Jai, y las pistas de tenis y padel del complejo deportivo de Gamarra. El Centro de Estudios Ambientales, con sede en Olárizu, llegó a quedarse aislado, al mismo tiempo que sus responsables pedían a los ciudadanos que no acudiesen a las zonas verdes del entorno de la capital alavesa.

El Ayuntamiento de Vitoria había admitido al mediodía que la situación en la ciudad era difícil, a causa de las lluvias caídas, lo que motivó que se activase el plan local de emergencia por inundaciones. El consistorio pondrá a disposición de los afectados una oficina en los bajos de su sede a partir de las nueve de la mañana de hoy.

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Con todo, la corriente del Zadorra resultó mucho más agresiva en el municipio de Iruña de Oca. Una vez más, los pueblos de Trespuentes y Villodas sufrieron los embates de las aguas del afluente del Ebro, hasta el punto de quedar aislados, al igual que otras localidades cercanas como Mendoza o Martioda. Todas las carreteras aledañas a la ribera del río padecieron de una manera u otra el desbordamiento de su cauce.

Los pantanos alaveses del sistema del Zadorra desembalsaban agua a un ritmo constante de 20 metros cúbicos por segundo el de Ullíbarri y 30 el de Urrúnaga hacia el río Arratia por la cola del embalse. La Confederación Hidrográfica del Ebro no estimaba tomar nuevas medidas, ante la desaparición de las precipitaciones prevista para las próximas horas. El pantano de Ullíbarri se encontraba ayer al 85,94% de su capacidad y el de Urrunaga, al 70,27%.

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