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Los escándalos que afectan al PP

Rajoy acusa en el Congreso a Garzón de tener conductas prevaricadoras

Zapatero respalda al ministro de Justicia frente a las peticiones de dimisión

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, sabía que se había convertido en el objetivo preferente del PP y que la cacería que compartió con el juez Baltasar Garzón le serviría a Mariano Rajoy para intentar salir del agujero político del escándalo de la corrupción. Desde ayer, sabe también que cuenta con el respaldo expreso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de que muchos diputados socialistas tuercen el gesto en privado al imaginar la escena de la montería.

El PP dedicó ayer a este asunto casi todas sus energías en la sesión de control al Gobierno, en el Pleno del Congreso, y solemnizó acusaciones contra el juez que el Código Penal tipifica dentro del epígrafe de la prevaricación.

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Mariano Rajoy, jaleado por los suyos, pero con unos 40 escaños del PP vacíos, abrió fuego: "El juez quiere convertir el sumario en una causa general contra un partido, se filtran un sinfín de informaciones sobre personas a las que se machaca en su honor y se les deja en la indefensión". Hubo bronca, con intercambio de frases que incluían referencias a casos de financiación ilegal como Filesa (PSOE) o Naseiro (PP).

La faena contra Garzón la remataron los diputados Arturo García-Tizón y Guillermo Mariscal. El primero, que fue jefe de la Abogacía del Estado, empezó con una acusación rotunda: "El juez Garzón, junto a determinados grupos de comunicación afines al Partido Socialista, ha iniciado una nueva campaña de desprestigio del PP, coincidiendo con las próximas elecciones vascas y gallegas". Todos ellos pidieron la dimisión de Bermejo y, cuando Zapatero le respaldó, el líder del PP aseguró que se ha convertido en "avalista" del ministro.

Zapatero se remitió a las explicaciones de Bermejo sobre la cacería, afirmó que lo que repugna es la corrupción y concluyó pidiendo respeto al Estado de derecho y acusando a Rajoy de llevar a la Cámara "sus problemas, que no sabe o no puede resolver".

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Bermejo siguió la recomendación de La Moncloa y estuvo contenido esta vez. Aun así incluyó un reproche a su compañero de partido y alcalde de Las Palmas, Jerónimo Saavedra, que había pedido su relevo: "No puedo compartir que un imputado por corrupción no deba dimitir y el de la cacería sí, cada uno se califica a sí mismo". Al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el PP le pidió también, sin éxito, el cese del comisario general de Policía Judicial, Juan Antonio González, presente en la montería.

El ministro Fernández Bermejo, durante su intervención de ayer en el pleno.
El ministro Fernández Bermejo, durante su intervención de ayer en el pleno.LUIS SEVILLANO

Duro intercambio

- Rajoy: "La cacería fue un acto degradante que extiende un velo de sospecha sobre el ministro y el juez".

- Zapatero: "Usted viene a plantear no los problemas de los españoles, sino los suyos, que no sabe o no puede resolver".

- Rubalcaba: "No me gusta cazar, pero no es ilegal, lo que no es legal es cazar comisiones ilegales, ni espiar a compañeros de partido".

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