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Reportaje:

Ya sólo vale ganar

El campeón del Mundial de F-1 será el piloto con más victorias, no con más puntos - En caso de empate, decidirá la puntuación habitual - Los equipos rechazan un sistema que prima menos la regularidad

Mientras el Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) comunicó a bombo y platillo su decisión de modificar las reglas actuales y conceder el título mundial al piloto que más victorias consiga ya este año -el Mundial comienza el 29 de marzo en Melbourne-, la Asociación de Escuderías de la F-1 (FOTA) emitió un escueto y contundente comunicado en que mostraba su total desacuerdo con las nuevas medidas.

La FIA concederá el título de campeón al piloto que más carreras gane. Pero mantendrá las puntuaciones igual que hasta ahora -10, 8, 6, 5, 4, 3, 2, 1 puntos respectivamente del primero al octavo clasificado- y, en caso de empate a victorias entre primero y segundo, decidirá el mayor número de puntos obtenido. El resto de la clasificación no se modificará, como tampoco el Mundial de constructores. "El público quería una mayor diferenciación entre el ganador y el segundo clasificado", había indicado Martin Whitmarsh, director de McLaren. "Pero conceder una diferencia mayor que tres puntos podía provocar que el campeonato se decidiera con mucha antelación". El nuevo sistema de puntuación primará más la espectacularidad y los riesgos en busca de los triunfos que la regularidad a lo largo del año.

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Si sólo puede ser campeón el piloto que más carreras gane, es evidente que algunos equipos deberán renunciar de entrada a sus expectativas: Toyota, Red Bull, Brawn GP, Williams y tal vez Renault. Porque, si se toman como referencia los dos últimos años, entre Ferrari y McLaren ganaron casi todas las carreras: las 18 en 2007 y 14 de las 18 en 2008. Con este sistema de puntuación, 12 campeonatos hubieran cambiado de dueño, entre ellos el del año pasado: el campeón habría sido Felipe Massa, que ganó seis carreras por cinco de Lewis Hamilton. Fernando Alonso habría mantenido los títulos que ganó en 2005 y 2006, al igual que Michael Schumacher sus siete coronas entre 1994 y 2004.

La batalla entre los dos estamentos ha empezado. La FIA quiso dar ayer una demostración de fuerza, y no sólo se atrevió a modificar de forma unilateral el reglamento, sino que anunció medidas de reducción de costos tan drásticas (33 millones de euros por año y escudería) como inasumibles para los equipos. Ayer, los equipos no quisieron pronunciarse al respecto y remitieron al comunicado de la FOTA. Van unidos y ésa es la imagen que quieren ofrecer.

Sin embargo, la FOTA se siente discriminada, porque entiende que sus propuestas no han sido tenidas en cuenta. "Tal como se han tomado estas decisiones", esgrime el comunicado de Luca di Montezemolo, presidente de la asociación, "sentimos que debemos estudiar la nueva situación y hacer lo posible para mantener la estabilidad, evitando continuos cambios que pueden crear confusión a constructores, equipos, público y patrocinadores".

Hace menos de una semana que la FOTA salió de su última reunión con un paquete de propuestas que presentó a la FIA. Pero ayer, el máximo estamento rector del automovilismo mundial se las saltó todas a la torera. La FOTA había planteado cambiar el sistema de puntuación para potenciar las victorias, concediendo 12 puntos al ganador, 9 al segundo, 7 al tercero y mantener el resto igual. Y al margen, anunció una batería de medidas económicas tendentes a rebajar los costos de forma sustancial: ofrecer motores a equipos cliente por ocho millones de euros y unificar la investigación en algunas partes del coche. La FIA fue mucho más lejos. Se olvidó de la propuesta de la FOTA y recogió, en cambio, el guante lanzado por Bernie Ecclestone de dar el título al piloto que más carreras gane. El supremo pretendía implantar un sistema de medallas para los tres primeros. La idea fue desestimada, pero no el fondo.

Pese a todo, la FIA quiso hacer una concesión a la FOTA al conceder más información técnica a los aficionados y exigir más complicidad de equipos y pilotos con los seguidores (obligándoles a firmar autógrafos tras las carreras) y con la prensa.

Hamilton, a la izquierda, celebra su victoria en el Gran Premio de China 2008 ante Massa.
Hamilton, a la izquierda, celebra su victoria en el Gran Premio de China 2008 ante Massa.AP

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