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Los escándalos que afectan al PP

Visita rápida para apoyar a Camps

El presidente del PP, Mariano Rajoy, voló ayer a Valencia en una visita relámpago para exhibir de nuevo su apoyo al jefe del Gobierno valenciano, Francisco Camps, frente a las acusaciones de que supuestamente aceptó trajes de regalo por la trama de corrupción que investiga el juez Garzón. Rajoy asistió a la penúltima mascletà de las Fallas, a la que llegó, minutos antes de que comenzara, sin hacer declaraciones. El líder del PP saludó a Camps con una palmada en la espalda y dio dos besos a la alcaldesa, Rita Barberá, quien le agarró con fuerza del brazo para llevarlo rápidamente a primera fila del balcón principal del Ayuntamiento junto a las falleras, y lejos de los periodistas que le esperaban y recibieron instrucciones de permanecer en un lateral. A cámaras de varias televisiones y redactores de prensa, radio y agencias debidamente acreditados se les impidió el paso tras la entrada del líder del PP con la excusa de que no había espacio.

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Rajoy se asomó a la plaza y el público le pidió que botara, cosa que hizo justo antes de arrancar la mascletà. También Camps saludó al público tras la traca, pero tuvo que aguantar un breve abucheo de un grupo de asistentes. Tras la sesión de fotos, Rajoy se paró un momento ante los periodistas para alabar las Fallas como "la mejor fiesta de España". Recordó que hizo la mili en Valencia y destacó que se había sentido "muy bien rodeado". Luego se dirigió hacia la alcaldía sin esperar a más preguntas. Para entonces, Camps, que sigue sin explicar el pago de los trajes, ya había dejado el balcón sin pararse.

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