Arranca la fórmula 1 más cara

La Sexta da este domingo el pistoletazo de salida al Mundial de Automovilismo con el Gran Premio de Australia. La cadena se vuelca en la cobertura de un deporte que hasta la temporada pasada estaba en manos de Telecinco. La Sexta se hizo con los derechos televisivos para las próximas cinco temporadas después de comprar los derechos a la productora catalana Mediapro, socio de Imagina, grupo que participa a través de GAMP en el accionariado de La Sexta. Según fuentes del sector audiovisual la cadena habría pagado un total de 200 millones euros por las cinco temporadas -de 2009 a 2013-, un precio muy superior a los 15 millones por año que Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, consideró "razonable para ser rentable en la actualidad".

Para hacer frente a la factura, La Sexta ha intentado contar con el apoyo financiero de algunas televisiones autonómicas, alimentadas con dinero público. De momento, compartirá las imágenes con la catalana TV-3, que adquirió los derechos directamente al patrón de la F-1, Bernie Ecclestone, antes de los acuerdos de La Sexta, y la balear IB3. En el caso de TV-3, su afición al automovilismo es histórica y lleva ya 12 años metida de lleno en el circo de las cuatro ruedas.

"Hemos trasladado la misma fórmula de la Liga de fútbol para compartir los altos costes de este evento", comenta una portavoz de La Sexta. Las retransmisiones del partido de los sábados de las 22.00 se ven simultáneamente en esa cadena y en otras siete autonómicas (Canal 9, TVG, TV-3, 7 Región de Murcia, Aragón Televisión, TV Canaria e IB3).

Según La Sexta, hasta ahora sólo IB3 se ha apuntado a este modelo de explotación. La cadena pública balear pagará alrededor de 12 millones de euros (360 euros por minuto) por las cinco temporadas, según fuentes del ente público. Otras autonómicas, que habían mostrado inicialmente su disposición a ofrecer la fórmula 1, han dado marcha atrás "por ajustes presupuestarios".

Durante los cinco años que la fórmula 1 ha sido retransmitida por Telecinco, las audiencias pasaron de 2,7 millones de personas (2004) a 4,1 (2008). La carrera más vista fue el Gran Premio de Brasil de 2006, cuando 8.620.000 aficionados siguieron la victoria en el Mundial de Fernando Alonso, el verdadero gran motor de este deporte.