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El PP defiende que Granados se cite con un juez del 'caso Gürtel'

El PP, que pidió la dimisión de Mariano Fernández Bermejo porque coincidió en una cacería con el juez Baltasar Garzón, defendió ayer otra vara de medir para el secretario general de los populares en Madrid, Francisco Granados, que se citó en privado con Francisco Javier Vieira, presidente del Tribunal de Justicia de Madrid, uno de los magistrados competentes en la causa abierta contra una decena de cargos del PP implicados en una trama de corrupción.

Vieira, que solicitó la cita y pagó la comida con cargo al ministerio de Justicia, aclaró ayer que su encuentro con Granados en un restaurante, del que informó Público, no fue secreto, se produjo en "una mesa cualquiera a la vista del resto de comensales", uno de ellos, un periodista "conocidísimo que antes de irse aprovechó para saludar al consejero". El magistrado aseguró que desde que fue nombrado presidente, el pasado 13 de febrero, se ha reunido con varios cargos políticos -desde la presidenta Esperanza Aguirre (PP) hasta Soledad Mestre (PSOE), delegada del Gobierno en Madrid-. Vieira explicó que se citó con Granados para hablar de las necesidades judiciales y admitió que "sólo tangencialmente salió a colación el llamado caso Gürtel", respecto del que informó al consejero "sin revelar dato alguno que no pudiera hacerse público, tal y como lo había hecho ante un grupo de periodistas".

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Secretario y consejero

Granados, como secretario general del PP-Madrid, ha destituido a tres alcaldes imputados en la causa y está pendiente de adoptar decisiones sobre tres diputados acusados del cobro de sobornos. El propio Granados contrató en su consejería a empresas de la red corrupta, aunque mantiene que quién ordenó esos contratos fue el destituido consejero de Deportes y todavía diputado Alberto López Viejo.

IU y PSOE usaron ayer la misma vara de medir que el PP aplicó contra Bermejo para exigir la dimisión de Granados. El consejero replicó que fue "una reunión de trabajo con un señor que ni decide, ni encausa, ni instruye, ni mete a nadie en la cárcel". Si el caso llega a juicio, Vieira podría ser, si no se contamina a lo largo de la instrucción porque tenga que resolver en apelación, uno de los encargados de dictar sentencia sobre el caso. Aguirre acusó a Garzón y Bermejo de "compadreo intolerable" y apostilló: "Si hubiera tenido lugar en cualquier otro país democrático de Occidente, hubiera determinado inmediatamente la dimisión del ministro y la abstención del juez de entender en una causa que afecta al primer partido de la oposición".

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