El cambio arranca en Euskadi entre la frialdad extrema de los nacionalistas

"El cambio ya está aquí". Un exultante Antonio Basagoiti resumió en estas cinco palabras el hecho histórico que ayer vivió el Parlamento vasco con la elección de su compañera, la parlamentaria del PP Arantza Quiroga, como presidenta de la Cámara. El cambio culminará en un mes con la elección del socialista Patxi López como lehendakari. Todo ello en virtud del acuerdo suscrito entre el PSE y el PP para gobernar el País Vasco.

El inicio de ese relevo, histórico, tras 29 años de gobierno ininterrumpido de los peneuvistas, fue una sesión contenida y presidida por los buenos modales, pero también de una extrema frialdad, salvo en la alegría indisimulada de los populares. Ni siquiera los socialistas, que añadieron sus 25 votos a los 13 que tiene el PP para la elección de Quiroga, mostraron excesivo entusiasmo. "Normalidad democrática", definió su portavoz, José Antonio Pastor.

La sesión fue rápida: hora y media y todo resuelto en primera votación. Nada que ver con las conflictivas tres semanas y cinco plenos que costó hace cuatro años elegir la Mesa de la Cámara, por la insuficiencia numérica del tripartito de Juan José Ibarretxe. En aquel momento, el PNV se vio obligado al final, para mantener el cargo, a sustituir a su aspirante, Juan María Atutxa, al que la oposición había vetado después de un convulso mandato.

"Controlar el País Vasco"

"Sin sorpresas", resumió también el portavoz del PNV, Joseba Egibar, que interpretó la jornada como "el primer paso -el primer golpe para nosotros- de toda una maquinaria de Estado que se pone en marcha, al servicio de una estrategia marcada por la razón de Estado, para controlar Euskadi". El siguiente será la investidura de López, añadió.

Quiroga, que en sus primeras palabras rindió un homenaje a la presidenta saliente, la peneuvista Izaskun Bilbao, señalando que será para ella "una referencia" en el desempeño del cargo, presidirá una Cámara en la que por primera vez no tiene representación la parte de la izquierda abertzale vinculada a ETA. La del resto la tiene Aralar. "Iniciamos la novena legislatura en una Cámara plenamente democrática, al servicio de toda la sociedad vasca, un Parlamento plural, reflejo de una sociedad plural", dijo Quiroga. Esa intencionada afirmación le costó las primeras críticas nada más terminar la sesión. En el mundo nacionalista, cuya mayoría se ha anclado hasta ahora precisamente en el respaldo de esa parte de la izquierda abertzale, se considera que el Parlamento salido del 1-M no refleja la pluralidad política y social vasca justamente a causa de esa ausencia. "En este parlamento no toda la sociedad está representada. Las reglas del juego han sido alteradas y se han forzado las mayorías", denunció Egibar, en una crítica compartida por Aralar, EA y EB.

La nueva presidenta, a quien se ha criticado por no dominar el euskera, inició su breve intervención en ese idioma, que usó de nuevo en otro párrafo posterior. Mostró su gratitud tanto a quienes la votaron -su grupo y el del PSE- como a quienes no lo hicieron. "Trabajaré decididamente para ser la presidenta de todos. Trabajaré por el equilibrio, la eficacia y el entendimiento entre los grupos", se comprometió, al servicio de una sociedad "que nos exige responsabilidad, capacidad de diálogo y entendimiento". Rebatió indirectamente las otras críticas, a su conservadurismo y su cercanía al Opus Dei, citando a Pericles: "Somos libres y tolerantes en nuestras vidas, pero en los asuntos públicos nos ceñimos a la ley". Quiroga concluyó enviando su "emotivo recuerdo y reconocimiento a todas las víctimas del terrorismo".

La candidata del PP obtuvo 38 votos, frente a los 36 que sumó la del PNV, Izaskun Bilbao, a quien apoyaron los 30 de su grupo, 4 de Aralar y 2 de EA y EB. El único parlamentario de UPyD votó en blanco. El apoyo de los socialistas a Quiroga revirtió en éstos a la hora de elegir a la vicepresidenta y al secretario primeros, Blanca Roncal y Jesús Loza respectivamente. El PNV obtuvo la vicepresidencia y la secretaría segunda, que ocuparán Íñigo Iturrate y Mikel Martínez. El acuerdo PSE-PP ha asegurado para el futuro Gobierno monocolor de López la mayoría en el órgano de Gobierno de la Cámara.