"No soy así, pido perdón"
Juande disculpa a Pepe, pero Casillas subraya: "No se puede hacer lo que ha hecho vistiendo la camiseta del Madrid"
Pepe abandonó el Bernabéu intentando no llorar. Por mucho que Juande le defendiera y le justificara, el central portugués era consciente de lo que había hecho durante el partido. El acta arbitral lo reflejó así: "Empujó a un contrario y, una vez en el suelo, le propinó una patada. También propinó un puñetazo en la cara a otro adversario. Al abandonar el terreno de juego, se dirigió al cuarto árbitro insultándole con 'sois todos unos hijos de puta". Juande Ramos intentó apoyarle, pero Ángel Torres, el presidente del Getafe, le auguró una sanción de carácter ejemplar: "Espero que le caigan diez partidos".
"No soy así. De verdad, no soy ese tipo de jugador. Pido perdón por lo que he hecho", declaró Pepe. Y agregó: "Estoy decepcionado con la actitud que he tomado, con lo que hice y con lo que dije. Pero soy un ser humano. Pido perdón. Y no sólo a la afición del Madrid. Vamos a ver qué pasa, pero estoy muy triste. No he tenido la oportunidad de disculparme personalmente con Casquero, pero lo que he hecho no ha sido precisamente ejemplar. Nunca me pasó algo así en la vida. Soy una persona alegre, feliz, que procura ver lo malo de otra manera. No sé qué me ha pasado. He tomado una actitud que no tiene explicación". Respecto a su posible sanción, el luso matizó: "No sé por cuántos encuentros me van a sancionar. Si la gente mira atrás, no soy un jugador violento. Esta temporada he visto muy pocas tarjetas amarillas [hasta ayer, seis en 25 partidos]".
Tras su gresca, el central portugués llamó "hijos de puta" a los árbitros
No es la primera vez que Pepe se deja llevar por los nervios y es incapaz de controlarse. Anoche fue empujar a Casquero, ver que el árbitro señalaba penalti y empezar a darle patadas. Luego, se fue hacía Albín y le dio un puñetazo. Casillas tuvo que cogerle por la espalda y empujarle fuera del campo. En 2007, en la primera temporada de Bernd Schuster, ya sufrió un cortocircuito, aunque no tan grave.
Nadie sabía explicar qué le había pasado por la cabeza. Entre otras razones, porque el defensa central pasa por ser uno de los jugadores más entrañables de la plantilla blanca. "Seguro que está arrepentido. Estaba tenso y fue víctima de esa tensión. Acababa de cometer un penalti que podía apartarnos de la lucha por el título y tirar todo lo que habíamos conseguido hasta ese instante. Yo esos momentos los entiendo y comprendo al jugador", le intentó animar Juande.
"No creo que las patadas las tirase para hacer daño. Las tiró al aire, no a Casquero. Es que, si le quiere dar, le da... Vamos, sin duda", prosiguió el entrenador del Madrid, que confía en que el Comité de Competición asuma los instantes de nerviosismo del jugador. "Estaba cabreado y lo manifestó dando patadas al aire. Espero que Competición lo valore así, como un momento de nerviosismo sin más. Ha perdido los nervios, sí, pero se ha vuelto loco consigo mismo... Estoy seguro de que no quería hacer daño a nadie", prosiguió el técnico madridista. Casillas fue mucho más conciso y directo: "No se puede hacer lo que ha hecho Pepe vistiendo la camiseta del Madrid".
En Sevilla, el próximo domingo, Juande tendrá que renunciar no sólo a Pepe, sino también a los lesionados Robben, Sneijder y Heinze, así como a Higuaín, que vio la quinta cartulina amarilla. "La del Pipa la vamos a recurrir. Me dijo que le arrollaron y que fue penalti claro. Encima que no ha hecho nada y sufre una falta, le sacan la amarilla", se quejó Juande; "si nos dan ese penalti, que era claro, las cosas habrían sido distintas. Podríamos haber hecho el 2-1 y no habría ocurrido todo lo que ocurrió después".
Se refería a la agresión de Pepe y también a la agresión o intento de agresión del Cata a Marcelo al final del encuentro. El central del Getafe se fue como una bala hacia el brasileño tal y como refleja el acta: "Marcelo y Cata Diaz intentaron encararse, siendo sujetados por compañeros y miembros de ambos banquillos, provocando unos momentos de tensión entre varios jugadores. Yo, desde mi posición, no llegué a oír lo que se decían y fueron retirados sin ningún problema por sus propios compañeros". Marcelo había tenido un encontronazo con Cata y Belenguer en una falta a Granero diez minutos antes. Al final, tras marcar Higuaín, se fue hacia ellos y les sacó la lengua.
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