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Estrategias

La economía mundial ha pasado de la sala de emergencias a la de cuidados intensivos. Este paso ha servido para ahuyentar a las Bolsas de sus mínimos y, de paso, desempolvar el debate sobre si hay que volver a sobreponderar la renta variable en las carteras de inversión.

"De momento, mantendríamos una estrategia de relativa cautela en las carteras, sin asumir demasiados riesgos", explica Manuel Arroyo, director de inversiones de JPMorgan Asset Management. En opinión de este experto, los mercados ya habrían sufrido la mayor parte de la corrección por la crisis económica. "Ahora lo que hay que hacer es, si se siguen acumulando indicios sobre la mejoría económica, incrementar posiciones en activos de mayor riesgo. Eso sí, sin prisas y aprovechando las posibles correcciones del mercado para comprar a mejor precio".

Con la caída de los tipos de interés a niveles próximos a cero los productos monetarios apenas ofrecen rentabilidades, sobre todo si se les descuenta la inflación y las comisiones.

Ante este escenario, Arroyo aconseja a los inversores emprender un viaje progresivo desde los activos más conservadores a los de mayor riesgo. Este viaje tendría su primera parada en el crédito empresarial, "centrándonos en aquellas compañías menos expuestas al ciclo económico", para continuar con los bonos convertibles, "que al ser un producto híbrido tienen el colchón de la renta fija más el potencial de la Bolsa", para terminar en la renta variable pura, "empezando en primer lugar por las acciones de compañías estadounidenses ya que es en ese mercado donde pensamos que primero llegará la recuperación económica debido a las medidas de estímulo que se han aplicado".

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