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FIAT | Laboratorio de ideas

Pisando el acelerador

A Fiat podría no bastarle con Chrysler. El fabricante italiano también ha mostrado interés por absorber GM Europa. La nueva táctica de su ambicioso jefe, Sergio Marchionne, podría ir dirigida en gran medida a los truculentos sindicatos y acreedores de Chrysler. Pero las múltiples ofertas sin dinero de Fiat podrían acabar sin interesados.

Marchionne puso a Fiat en la liza por Opel sólo cinco días antes de que el Gobierno estadounidense estableciera un plazo tope para llegar a un acuerdo con los acreedores y los sindicatos del homólogo estadounidense de Fiat, el cual se encuentra al borde de la quiebra.

El ejecutivo italocanadiense dejaba claro su punto de vista. Cree que hay demasiados fabricantes de automóviles en el mundo y que la Fiat actual es demasiado pequeña para prosperar, ni siquiera cuando acabe la recesión. Eso suena bien. Pero toda esta charla pondrá a prueba otras dos partes de la visión del mundo de Marchionne: los fabricantes deben canjear, no comprar, sus alianzas, y los Gobiernos deben pagar la reestructuración.

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El hipotético acuerdo con Chrysler encajaría bien. Fiat no paga nada, pero obtiene acceso a una red de concesionarios estadounidenses y a una ayuda estatal de 6.000 millones de dólares. Podría haber algo similar en Opel, una empresa con menos problemas estructurales: 3.000 millones de euros en avales para préstamos.

Pero algunos actores poderosos no están de acuerdo con la idea de una economía de trueque-subvención. Gobiernos, sindicatos y, en especial, acreedores de ambas orillas del Atlántico quieren ver algo de dinero. No les impresiona lo suficiente el tren de propulsión y las tecnologías verdes de Fiat, líderes en el sector.

Ambas operaciones son dudosas. En el caso de Opel, Fiat es sólo una de las múltiples partes interesadas. Fiat es el socio industrial preferido para Chrysler, pero el Gobierno y los acreedores estadounidenses están muy alejados en lo que a condiciones se refiere. Fiat tal vez no tenga lo que hace falta para impedir la quiebra.

Al final de estas negociaciones, Fiat podría acabar convertido en el consolidador supremo del sector. Pero si ambas operaciones fracasan, se hará más difícil ocultar que Fiat también está desesperada por encontrar una alianza.

Sergio Marchionne, primer ejecutivo de  FIAT. La empresa italiana quiere controlar Chrysler y el negocio europeo de General Motors.
Sergio Marchionne, primer ejecutivo de FIAT. La empresa italiana quiere controlar Chrysler y el negocio europeo de General Motors.AFP

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