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Reportaje:Protesta educativa

Un martes que parecía un domingo

Alumnos del sistema público en huelga llenan las playas y parques de las ciudades valencianas

Las aulas valencianas se vaciaron de alumnos, y la actividad se trasladó a las calles, los parques y las playas. La arena de la Malva-rosa, en Valencia, poblada de grupos de niños, adolescentes y jóvenes, ofrecía por la mañana una escena totalmente insólita para un día lectivo como el de ayer. En el paseo marítimo, en horario escolar, un matrimonio joven sostenía en brazos a su hija de cinco meses y esperaba a que el mayor, de ocho años, saliera de la arena. No estaban de vacaciones, sino que apoyaban la huelga general de educación. "Esperamos ir también a la manifestación", explicaban. Junto a ellos, decenas de jóvenes decidieron convertir un martes en lo más parecido a un domingo. "No nos toman en serio", decían unos alumnos de tercero del instituto Serpis.

"Lo que estamos haciendo es justo, es productivo y es una reivindicación sana"
"Yo también hubiera hecho huelga si hubiera podido"
"Aquí hoy no ha venido casi nadie. El éxito ha sido rotundo"
"Yo no tengo donde dejar a mi hijo porque he de ir a trabajar"
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Para los que no sabían qué era lo que sucedía en la educación pública, bastaba con acercarse a las inmediaciones del instituto Lluís Vives de Valencia, en el centro de la ciudad, donde profesores, padres y alumnos se manifestaron, ya desde la mañana, a ritmo de charanga. Todos vestidos de amarillo y sostenían pancartas en las que se leía No, you can't o Font de Mora dimissió. "Lo que estamos haciendo [la huelga] es justo, es productivo y es una reivindicación sana", afirmó Julia, estudiante de segundo de Bachillerato del instituto. Según informó la directora, Carmina Valiente, ni los de la ESO ni los de Bachillerato asistieron a clase; solo un 40% de los profesores trabajó para respetar los servicios mínimos, y los del primer ciclo, que no podían seguir la huelga, se fueron de excursión con los docentes que sí que la secundaron. El resultado, un instituto completamente vacío.

En el colegio público Santa Teresa la tónica fue la misma: solo asistieron 23 niños de los 185 que tiene matriculados el centro. "Los padres han apoyado mucho la huelga", afirmó Isabel Tomás, profesora. A pesar de que el 60% de los docentes de este centro prefirió ir a clase, algunos de ellos por motivos económicos, otros por pensar que los sindicatos no se han implicado lo suficiente, las críticas hacia Educación estaban presentes. "Sí al mandarín pero, ¿qué pasa con el valenciano?", se quejaba una de las profesoras.

El silencio en los pasillos y las aulas en el IES de El Carme, también en Valencia, era sobresaliente. Aunque según Juan Manuel González, el director del centro desde hace cinco años, la jornada discurría con "total normalidad", apenas una quincena de alumnos, repartidos en dos grupos, asistieron a clases. De los profesores, el 50% decidió no acudir al trabajo. "Yo también hubiera hecho huelga si hubiera podido, aunque la verdad es que se ha perdido el espíritu reivindicativo que teníamos hace unos meses", afirmó González en su despacho.

"Nos han dicho que juguemos en el patio, porque no hay clase", admitían Lucía y Lydia, de 15 años, que estudian segundo de ESO en el Instituto Jorge Juan de Alicante. La jornada de huelga convocada por la Plataforma per l'Ensenyament Públic paralizó el sistema educativo público valenciano por la ausencia masiva de alumnos. Los escasos estudiantes que merodeaban, apenas sabían de qué iba la huelga. "Los profesores nos han dicho que no hay clase", comentaba José, de segundo de ESO en el instituto Jorge Juan, donde un 90% del alumnado secundó la huelga, frente al pírrico 16% del profesorado. "Si lo llegamos, a saber no venimos, porque como no hay alumnos no damos clase", certificó un profesor. Por su parte, Paola y Pamela, de segundo de Bachillerato, sí tenían clara la razón por la que estaban en clase: "Me han enviado mis padres, que están hartos de tantas vacaciones", decía una de ellas. En el instituto Miguel Hernández de Alicante, dos alumnas que acudieron a clase explicaban así el motivo de la huelga: "Es por los de los barracones, pero no está muy claro"

Otro escenario destacado fue el IES Las Norias de Monforte (Alicante), cuyo director, José Luis Santiago, está expedientado por la Consejería de Educación por permitir exhibir una foto del consejo Font de Mora boca abajo. Allí el 70% de los docentes secundó el paro y el 97% de los alumnos tampoco se presentó. "Yo cumpliré con mi obligación de funcionario, pero tengo derecho a expresar mi opinión", dijo Santiago, que tilda de "anacrónico" que en esta jornada de protestas se vuelva a reivindicar un derecho fundamental como es el de la libertad de expresión. "Aquí hoy no ha venido casi nadie, el éxito ha sido rotundo", resumió el director expedientado.

En los cuatro colegios públicos de El Campello, localidad del área metropolitana de Alicante, el 80% del profesorado hizo huelga y el 97% de los alumnos no fue a clase, según datos de los directores.

En los institutos y colegios más importantes de Elche -donde la Plataforma tiene una gran actividad- la huelga fue seguida masivamente por el alumnado y en menor medida por los profesores. En Alicante el seguimiento fue similar: mayoritario entre los alumnos y escaso entre los profesores. En el instituto de Mutxamel, otra localidad del área metropolitana de Alicante, de los 88 profesores, 78 secundaron la huelga, y de los 800 alumnos, se presentaron 19.

En el otro extremo de la geografía valenciana, el parque de skate que habitualmente solo se llena de estudiantes por las tardes y durante el fin de semana, fue una de las muestras, en la mañana de ayer, del seguimiento que la huelga tuvo en Castellón. Los estudiantes de Secundaria, en su mayoría, optaron por no acudir a clase desde primera hora. Esa fue la tónica en una gran parte de los institutos de la provincia en los que el seguimiento, por parte de los alumnos, alcanzó el 80%, según los sindicatos, aunque hubo centros, como el IES Politécnico, en los que prácticamente ningún alumno acudió al centro. La incidencia fue mayor entre éstos y los alumnos del segundo ciclo de ESO, cuarto y quinto, y algo más baja entre los estudiantes del primero y segundo. Esta tónica se dio también en otros centros, como el Penyagolosa. El IES La Plana sí que registró un mayor porcentaje de alumnos en clase.

"A nosotros nos habían informado de la huelga, pero yo no tengo dónde dejar a mi hijo porque he de trabajar", explicó Rosa, madre de un alumno del colegio de primaria Sanchis Yago a las 9 de la mañana. En la puerta de este centro no solo se colgó el cartel anunciador de la huelga sino que se puso a disposición de los padres el comunicado de la plataforma con la lista de reivindicaciones. En otros colegios de la capital de La Plana la incidencia de la huelga entre el alumnado osciló entre el 80% del Carles Salvador o el Sebastián Elcano, y el 50% del Blasco Ibáñez. También hubo centros, como el Cervantes, en los que el seguimiento del paro fue escaso entre los alumnos.

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