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El Ejército paquistaní acusa a los talibanes de usar a 2.000 personas como escudos humanos

Ángeles Espinosa

El Ejército paquistaní acusó ayer a los talibanes de estar usando a 2.000 personas como escudos humanos en Pir Baba, una localidad del distrito de Buner. La alegación, incluida en su comunicado diario sobre las operaciones militares, está matizada con un "supuestamente" (reportedly, en el original) y no puede comprobarse de forma independiente. Según el texto, los insurgentes intentan frenar así el avance de los soldados.

Pir Baba, sede de un popular santuario sufí, parece ser uno de los últimos reductos de los extremistas en Buner. Su exhibición de fuerza en ese distrito, situado a apenas cien kilómetros de Islamabad, desató la semana pasada una contundente respuesta militar. Desde entonces, el Ejército ha utilizado artillería pesada y helicópteros de ataque para tratar de desalojarles e impedir que extiendan su control más allá del Valle de Swat. Anoche parecía inminente una operación militar de envergadura en ese distrito.

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Es la primera vez que el Ejército acusa a los talibanes de utilizar a la población como escudos humanos. Sin embargo, algunos observadores ya habían señalado con anterioridad la dificultad que plantea a las fuerzas de seguridad el que los insurgentes se confundan con los civiles. "Se mezclan entre sus habitantes", había explicado a este diario el comodoro retirado y analista militar Tariq Majeed, antes de conocerse la imputación del Ejército.

Fuentes diplomáticas, por su parte, señalan que la falta de escrúpulos de los extremistas a ese respecto complica la tarea de los uniformados. Tampoco es infrecuente que secuestren tanto a civiles como a policías o soldados. Ayer mismo se les atribuyó la captura de varios habitantes de Kot Haya Sarai, en el distrito de Maidan.

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Los militares también denunciaron ayer que, "contra todas las normas de las enseñanzas religiosas y la ética humana", los insurgentes decapitaron el domingo a dos soldados que habían capturado. Sus cuerpos sin vida aparecieron a primera hora tirados en una cuneta en Khawazakhela, en el distrito de Swat.

Los comunicados militares diarios aseguran que las operaciones, tanto en Buner como en el Bajo Dir, "progresan bien". No obstante, los insurgentes parecen estar oponiendo una gran resistencia. El Ejército, que inicialmente estimó que necesitaría una semana para acabar con los entre 450 y 500 rebeldes que se hicieron fuertes en Buner, ya habla de que necesitará otra semana más para terminar la operación.

"El Ejército continúa consolidando sus posiciones en Daggar y las zonas vecinas", aseguraba el texto de ayer, en el que también se daba cuenta de la muerte de siete insurgentes y de un soldado. Sin embargo, ni hay informaciones contrastadas sobre las bajas de ambos bandos, ni se proporcionan datos sobre víctimas civiles. De momento, decenas de miles de ellos se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de los combates.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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