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El rifirrafe por la separación sexista

La posibilidad de que algunos centros concertados catalanes que separan a sus alumnos por sexo puedan seguir cobrando el concierto de la Generalitat ha provocado un rifirrafe en el tripartito catalán. ICV se niega en redondo a que esa posibilidad figure en la ley de educación catalana y a CiU, en cambio, le satisface.

ICV cita como ejemplo la reciente decisión de Cantabria de retirar el concierto a un colegio que separa a niños y niñas en las aulas. Pero los socialistas del PSC y los republicanos de ERC han aceptado este punto. Dicen que, con el texto en la mano, todas las opciones son posibles: no dar ayudas a los concertados que segreguen, o lo contrario. El texto resulta en este sentido muy ambiguo y deja abierta la financiación pública de dichos centros a la voluntad política del Gobierno de turno.

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En el proyecto de ley figura que "la escolarización mixta será objeto de atención preferente". Y se añade que será prioritario escolarizar alumnado "con domicilio habitual" (...) en la zona de la escuela "en la proporción que fije Educación". Muchos alumnos que van a estos centros segregacionistas son de fuera de la zona.

En Cataluña existen en la actualidad 18 colegios concertados que separan a sus alumnos por sexo. La mayoría están vinculados al Opus Dei.

ICV ha calculado que los conciertos a centros que separan alumnos por género cuestan a las arcas de la Generalitat entre 25 y 30 millones de euros al año. El informe calcula el pago al profesorado de los colegios segregacionistas y la subvención que les otorgan por aula, como al resto de concertados. En total, ICV cifra en 200 euros la ayuda mensual por alumno que reciben los centros que separan sus clases en función del sexo.

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