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Los dos telescopios europeos ya viajan al espacio remoto

Lanzamiento perfecto en Kourou de 'Herschel' y 'Planck'

En casi un abrir y cerrar de ojos, el cohete Ariane 5 se elevó ayer sobre su llamarada de luz intensa y se perdió en el cielo de la Guyana Francesa. A bordo iban los retos, los sueños, las ilusiones y las ambiciones de centenares de científicos de todo el mundo, pero sobre todo europeos (también españoles), que durante 15 años han concebido, diseñado y construido los dos telescopios Herschel y Planck que viajaban en la punta del cohete. A las 15.12 hora local se encendieron los motores y el Ariane 5 se separó de la plataforma de lanzamiento en la base espacial europea de Kourou, en la Guyana Francesa.

A los 26 minutos, ya a unos 1.600 kilómetros de altura, se separó de la última etapa del cohete el Herschel; a continuación lo hizo el Planck. Enseguida se captaron las primeras señales enviadas por ambos indicando que estaban vivos. Los aplausos y abrazos estallaron entonces en el centro de control de la base y en las zonas de observación, donde estaban expectantes decenas de responsables de esta misión doble de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Herschel y Planck integran una de las actividades más difíciles, ambiciosas y costosas de la ESA, en la que han participado, además, EE UU y Canadá. Su coste conjunto total es de unos 1.800 millones de euros.

El punto L2, a 1,5 millones de kilómetros, es "el sitio de moda"
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"Con estas misiones queremos conocer lo desconocido y para hacerlas ha habido que desarrollar las tecnologías necesarias", dijo muy satisfecho tras el exitoso lanzamiento Jean Jacques Dordain, director de la ESA. "Los científicos definen las misiones y los instrumentos, luego hay que hacerlas y ahora se las devolvemos ya en el espacio para que trabajen con ellas". Herschel y Planck eran "dos sueños de los científicos", recalcó Dordain, "ahora son una realidad".

Catherine Cesarsky, presidente de la Unión Astronómica Internacional, que presenció el lanzamiento, recordó que la cosmología es cada vez más interesante "y, más aún, tras el descubrimiento de la energía oscura, y Planck nos va a permitir confirmar o descartar las hipótesis que tenemos sobre el universo". En cuanto a Herschel, supone abrir una nueva ventana de observación en el rango de infrarrojo. Aunque otros telescopios, sobre todo espaciales, han trabajado y trabajan en este rango, el nuevo equipo lanzado ayer tiene una sensibilidad hasta ahora no alcanzada a la vez que abre la visión al infrarrojo lejano.

Los dos observatorios se dirigen a un lugar en el espacio denominado L2, a 1,5 millones de kilómetros, al que tardarán mes y medio en llegar. Es un punto de equilibrio gravitatorio respecto al sistema Sol-Tierra. "L2 se está convirtiendo en el sitio de moda para la astronomía espacial porque es un lugar libre de las interferencias de la Tierra y sus anillos de radiación", explicó ayer Álvaro Giménez, coordinador de política científica de la ESA.

El modelo más pesado del cohete Ariane lanzó <i>Herschel</i> y<i> Planck</i>.
El modelo más pesado del cohete Ariane lanzó Herschel y Planck.ESA

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