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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Récord en 'pretemporada'

Pedrosa, que consigue la velocidad máxima de una MotoGP, combina bicicleta y ejercicios de agilidad para recuperar la forma

Oriol Puigdemont

Cada viernes, tras la sesión de ensayos de MotoGP, los pilotos comentan con los medios de comunicación sus primeras sensaciones del fin de semana. Por norma, Dani Pedrosa comparece a las 15:45 en la carpa itinerante de Honda. La mayoría de las veces, el español llega subido a un scooter, pero ayer llegó a pie, con una visible cojera de la pierna izquierda, la misma que se destrozó en invierno, la que le tuvo torturado y le impidió realizar una pretemporada normal, y la que apenas le permitió colocarse encima de la moto en la primera carrera del año, en Qatar.

Preguntado al respecto, Pedrosa fue muy claro: "La pierna me duele, pero es debido a que por fin he podido comenzar a hacer algo de deporte. Estoy encantado porque llevaba siete meses sin coger la bici", reconoció el piloto catalán, que ayer, en plena recta, hizo volar su Honda hasta los 349 km/h, la velocidad máxima alcanzada nunca por una MotoGP, aunque la organización notificó durante la tarde que el tiempo estaba siendo investigado. Había dudas debido a un posible problema técnico de la célula que mide la velocidad. Circular a ese ritmo en un circuito tan exigente como Mugello, donde mañana se disputa el Gran Premio de Italia, con rampas de subida y de bajada, y con curvas rapidísimas, puede hacer que las bisagras se resientan si uno lleva tiempo sin engrasarlas. Para tratar de ponerse al día, Pedrosa y su entrenador, Dani Simone, han elaborado un plan específico, algo así como una pretemporada que tendrán que encajar en los huecos que deje el calendario.

Hace rutas en bici de varias horas, con varias etapas del Tour incluidas
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"Durante la recuperación, Dani hizo mucha piscina, pero eso no acaba de suplir la falta de cardio que arrastramos. Tiene que estar al cien por cien después del verano, cuando realmente se decide el Mundial", constata Simone, que se ha pasado todo el invierno junto al piloto, ayudándole en la recuperación. Ahora, su papel ha cambiado y toca exprimir a Pedrosa, más y más, y hacerle más fuerte y más resistente. Además de completar rutas en bicicleta de varias horas, con varias etapas del Tour incluidas, Simone le presenta una alternativa, una especie de reto, que simula situaciones como las que el catalán se puede encontrar en medio de una carrera. "Le propongo circuitos de agilidad, de unos diez ejercicios enlazados, que requieren una gran capacidad de reacción, con saltos de potro y zigzags que emulan a las chicane, y siempre con el cronómetro en la mano", atestigua el instructor, que sigue un programa "para que Dani gane volumen en la semana que no hay carrera, y otro más tranquilo para cuando hay Gran Premio".

Mientras mucha gente alucinó con las últimas diez vueltas que Pedrosa hizo en Le Mans, hace quince días -rodó muy agresivo hasta que adelantó a Dovizioso, su compañero, en el último giro-, Simone ofrece sus argumentos: "Le veo feliz, y eso se nota. Está con muchísima fuerza y siendo más agresivo que nunca. Ha superado una situación muy jodida y eso le ha hecho más fuerte".

Pedrosa rueda ayer tras Rossi.
Pedrosa rueda ayer tras Rossi.AP

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