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Reportaje:

Náufragos de la memoria

Un libro rescata la epopeya de marinos republicanos tras la Guerra Civil

Éxodo, trabajos forzados, combates en el Sáhara, resistencia en Francia, liberación de París, desembarcos con los aliados, victoria sobre Hitler... y el exilio sin fin. La historia de aquellos 4.000 marinos arranca el 5 de marzo de 1939, cuando, casi perdida la Guerra Civil, la Armada que hizo frente a la sublevación fascista zarpó de Cartagena. La flota de la marina republicana, 11 buques y un submarino, partió rumbo al exilio. Y aunque la mitad acabó regresando al poco tiempo a España bajo la promesa de que no habría represalias, engaño que supuso la muerte para muchos de ellos, para más de 2.000 aquel viaje supuso el inicio de un exilio que no tuvo punto final. Un libro rescata ahora la memoria perdida de aquellos héroes sin gloria. La autora de El exilio de los marinos republicanos (Publicacions Universitat de València), Victoria Fernández Díaz (Granville, Francia, 1949), filóloga y catedrática de la Escuela Oficial de Idiomas de Valencia, lamenta lo tarde que llega su pequeño reconocimiento: "En estos cinco años que llevo con el libro, se me han ido muriendo, todos tenían de 90 años hacia arriba".

"Uno no es nada sin nuestra memoria y la de los que nos han precedido"
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Tras salir de España, los marinos llegaron a Bizerta, Túnez, entonces protectorado francés, donde les condujeron a un campo de concentración en el desierto. Y gran parte de ellos no quedaron libres hasta después del desembarco de Normandía, en 1944. Para ellos la guerra no acabó en 1939. Perdida la batalla contra los fascistas españoles, creían que la liberación de España llegaría tras la derrota de Hitler. Y en ello se afanaron. "Participaron en la liberación del Sáhara; en la campaña francesa de liberación de Túnez; en el desembarco aliado de Sicilia; en la Resistencia francesa; se incorporaron a las marinas francesa, inglesa y americana; desembarcaron en Normandía; hasta participaron en la liberación de París; pelearon en Rusia y hasta entraron en Berlín". Cientos de historias que serían imposibles de recoger en un solo volumen.

La autora del libro ha rastreado decenas de casos y ha contactado con descendientes de aquellos héroes. "Ellos pensaban que cuando llegaran a Berlín, los aliados entrarían después en España, pero cuando les dijeron que todo había acabado lo vivieron como una traición". Y empezó una diáspora que duró décadas. Se repartieron por toda Europa y América.

"Uno no es nada sin nuestra propia memoria y la de los que nos han precedido", explica Fernández Díez, interesada en "rescatar del olvido a unos marinos, unos profesionales, símbolo de la lucha por unos valores". Y lo vive con especial emoción porque su padre, el teniente José Fernández Navarro, fue uno de aquellos marinos. Un luchador que estuvo en Túnez y en Francia, fue capturado por los alemanes y acabó en un campo de concentración en Austria, de donde huyó para unirse a la resistencia francesa, se unió a los americanos y entró victorioso en Berlín. Su historia es la de muchos exiliados, náufragos de la memoria, rescatados por un libro siete décadas después.

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