El PP busca la absolución frente a un PSPV silente

"En estas elecciones nos jugamos mucho más que la representación en Europa", sostienen en el PP valenciano. Y no les falta razón. El estallido del caso Gürtel, donde el presidente Francisco Camps está imputado por supuesto cohecho, ha obligado a los populares a reorientar esta campaña y convertirla en una especie de plebiscito que absuelva políticamente a Camps del escándalo de los trajes. Ya se intentó lo mismo con el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, imputado por varios delitos. Hoy, el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, visitará por tercera vez en pocos días la Comunidad Valenciana para arropar al presidente Camps. Será en un mitin en la plaza de toros de Valencia. Rajoy necesita que el que ha sido fortín electoral del PP durante años, no le gire la cara y apoye la estrategia de desgaste contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero por su gestión de la crisis económica.

Desde Moncloa y Ferraz se cubre el expediente con el PSPV-PSOE

Así las cosas, si el presidente de la Generalitat fía el desenlace del caso Gürtel a lo que decida la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), en el plano político, Camps se juega el próximo 7 de junio en las urnas parte de su crédito político. En este objetivo, el PP valenciano cuenta con la maquinaria electoral propia y con la de Génova, sede nacional del partido.

En el otro lado, a los socialistas valencianos les cuesta hacerse oír a pesar de los casi 300 actos previstos en estos 15 días de campaña. Hoy, para contraprogramar a Rajoy en la capital, el cabeza de lista del PSOE a las europeas Juan Fernando López Aguilar estará en Castellón. Será también la tercera vez que el número uno de la candidatura pase por tierras valencianas, tras su visita a Alicante y Valencia.

En Blanquerías, sede del PSPV, aseguran que las constantes visitas de Rajoy a la Comunidad Valenciana se producen "porque temen un desgaste electoral en las urnas". Sea o no el análisis acertado, lo cierto es que el PSPV-PSOE tampoco parece sacar ventaja de la situación de debilidad en que está Francisco Camps a raíz del procedimiento judicial. La campaña socialista a las europeas palidece a la luz de la potente estrategia del PP.

En la ciudad de Valencia, donde el PP es hegemónico gracias a la potencia de la alcaldesa Rita Barberá, el partido no está engrasado. Sin una estructura definida desde hace meses, y con una militancia escasa o al borde de la desafección, la movilización electoral hace aguas. Algo parecido sucede en Alicante, que además no ha colocado en la lista del PSOE a las europeas a ningún candidato de la provincia.

Desde Moncloa y Ferraz, sedes del Gobierno y del PSOE en Madrid, respectivamente, se cubre el expediente con el PSPV-PSOE, pero poco más. La rápida visita del presidente José Luis Rodríguez Zapatero el pasado 23 de mayo al mitin en Valencia dejó a la militancia con ganas de más. Que no dijera ni una sola palabra sobre el caso Gürtel -de esa tarea se encargó Alarte-, creó hasta desconcierto.

Los críticos con Alarte -que ayer se reunió con los responsables del Comité de Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad Valenciana (Cermi) en la sede de la ONCE en Valencia-, opinan que el PSPV-PSOE no importa lo suficiente en Ferraz, que concentraría sus esfuerzos en Madrid. Y apoyan su reflexión con un dato. Poco después de que el ministro de Fomento, José Blanco, cerrase un acuerdo sobre infraestructuras con la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre (PP), Zapatero ordenó que cinco ministros se coordinasen con el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. Ocho meses después de su elección, es difícil encontrar un gesto de apoyo así hacia Alarte.

Con la número dos del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, sucede tres cuartos de lo mismo. La postura defendida por Alarte, oponiéndose a que el Estatuto castellano-manchego recoja la caducidad del trasvase Tajo-Segura, explicarían la frialdad entre ambos.

Por último, las vinculaciones de la número 3 del PSOE, Leire Pajín, con Alicante -donde es una referente orgánica- no facilitan las relaciones de Alarte con el federal. La salida de la ex concejal de Elche María Ángeles Avilés de la candidatura del PSOE a las europeas, les costó a los dos más de un roce.