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El PSC gana, pero CiU acorta distancias

La abstención récord del 62,5% castiga especialmente a las fuerzas del tripartito Convergència y el PP auguran el fin del Gobierno de izquierdas en Cataluña

Miquel Noguer

El Partit dels Socialistes (PSC) consiguió ayer mantenerse como primera fuerza política de Cataluña pese a resultar el partido más castigado por la gran abstención, que alcanzó el máximo histórico del 62,5%. Los socialistas cosecharon el 36% de los votos, seis puntos menos que en las elecciones de 2004, pero muy por encima de sus rivales. Convergència i Unió se recuperó en parte del batacazo de 2004 y sumó el 22,4% de los votos, cinco puntos más que hace cinco años. El Partido Popular bajó al tercer puesto con el 18% de los sufragios, frente al 17,8% de las últimas elecciones.

La abstención se ha cebado especialmente en las formaciones de la izquierda que gobiernan en la Generalitat. Además de los casi siete puntos que pierde el PSC, Esquerra Republicana asume un retroceso de 2,6 puntos y se queda con el 9,2% de los sufragios. Mientras, Iniciativa-Esquerra Unida (ICV-EUiA) pierde más de un punto y medio de cuota electoral y se queda con el 6,1%.

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A la vista de estos resultados y de que los tres grupos del tripartito suman el 51,1% de los votos 10 puntos menos que hace cinco años, el presidente de CiU, Artur Mas, aventuró que el fin del Gobierno de izquierdas está cerca. "Se han sembrado las primeras semillas del cambio", dijo ya con vistas a las elecciones autonómicas de 2011. Los grupos del tripartito tienen motivos para la preocupación. Entre todos han perdido más de 309.000 votos. Dos tercios de ellos los han perdido los socialistas. Con todo, el tripartito en pleno ha insistido en recordar durante la campaña que las elecciones de 2004 se celebraron en plena euforia por la llegada de la izquierda a la Generalitat meses antes.

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La presidenta del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, no dudó en extrapolar los datos de ayer a unas elecciones catalanas. "La etapa del tripartito ha acabado", dijo, sin contar que los socialistas le siguen sacando al PP 350.000 votos de ventaja. Ello mantiene Cataluña como el principal punto negro del partido de Mariano Rajoy.

El líder del PSC y presidente de la Generalitat, José Montilla, se esperaba la euforia de CiU y el PP. Por eso ni siquiera esperó los resultados oficiales y, justo antes de las diez de la noche, compareció ante la militancia para certificar el "fracaso" de los nacionalistas en su intento de convertir las europeas en unas primarias de las catalanas. "Cataluña es una vez más de izquierdas y catalanista", dijo. "Cataluña ha pasado página y no volverá atrás", apostilló. En la sede de Iniciativa, Joan Saura auguraba que "el próximo año Cataluña volverá a tener una mayoría de izquierdas".

Los socialistas, como sus socios del tripartito, se aferraron a la idea de que en una situación de crisis y en unas elecciones que los ciudadanos consideran poco trascendentales, el elector tiende a castigar a las fuerzas gobernantes. Otro gallo cantaría, mantuvieron, si estuviera en juego la Generalitat o el Gobierno central. Dicho esto, todos los partidos hicieron su particular diagnóstico sobre por qué en Cataluña la abstención fue ocho puntos superior a la del conjunto de España y sólo superada por Baleares, Melilla y Ceuta. "Todos los partidos e instituciones tenemos mucho trabajo, tenemos que reflexionar", dijo Montilla. Para ERC es producto de la falta de un Estado propio para Cataluña, que alejaría a los catalanes de la política europea.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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