_
_
_
_
_
Reportaje:

"Hemos fichado a un 'número uno'"

Florentino Pérez resalta su apuesta por el Madrid de baloncesto al presentar a Ettore Messina como nuevo técnico

No se lanzó Florentino Pérez a proclamar que Ettore Messina había nacido para entrenar al Madrid. Pero poco le faltó. Le llamó "símbolo del baloncesto", "hombre que sabe gestionar el talento", "gran motivador", "con un currículum indiscutible"... En ese momento le sonó el teléfono móvil. "Perdón", se excusó antes de seguir: "Un número uno y apasionado de este deporte. Con él ponemos en marcha una gran apuesta de futuro", enfatizó; "el baloncesto siempre ha estado en el corazón del madridismo. El Madrid volverá a ser un referente europeo. Y el inicio de nuestro futuro se llama Ettore Messina".

Con la puesta en escena de las grandes ocasiones, el Madrid presentó ayer a Messina, el sustituto de Joan Plaza en el banquillo más laureado de Europa. Y Pérez hizo un guiño a una sección habitualmente residual en el club. Tras su discurso y los agradecimientos de Messina, convocó al estrado a un puñado de ilustres, como Ferrándiz, Luyk, Brabender, Rullán, Ramos, Romay, Llorente, Antúnez... Una foto tan histórica como insólita en la era moderna de la segunda y última sección del Madrid.

"Hay que pensarlo bien antes de hacer una revolución", advierte el italiano
Más información
Combata la crisis con los 'futbolistas-inversión'

"No entendemos nada de esto, pero el presidente tiene tanta ilusión... Y tiene intención de seguir gastándose el dinero...". En un susurro, así hablaba un directivo al finalizar el acto, extrañado por la repercusión que había tenido el fichaje de Messina, a quien, pese a su aspecto afable y mundano, el club había adornado con una aureola de estrella mundial. "¿Es el tercer galáctico, tras Kaká y Cristiano Ronaldo?", le preguntaron. "Seguramente, cuando al presidente le ha sonado el móvil, era alguien que le decía que lo que estaba diciendo sobre mí no era verdad", contestó con una sonrisa el mismo técnico que minutos antes había pedido perdón por sus problemas "con el español" cuando lo cierto es que sonaba casi perfecto; el mismo que se mostró "emocionado con esta presentación, aquí, en el Bernabéu...".

"Desde hace tiempo", continuó, "quería venir a la ACB y vivir en España. Y mi esposa, también. Pero aún no lo he asumido. En los años sesenta, en los setenta, veía las finales de la Copa de Europa y siempre estaban el Madrid o el CSKA... En Rusia ya he estado. Ahora estoy aquí. El Madrid tiene una historia que no tiene nadie. Scariolo me dijo que es el mejor equipo al que ha dirigido. La ilusión del presidente, de Valdano...". Eso sí, regateó todas las cuestiones que le proponían algún nombre propio, fichajes, bajas: "Yo soy ruso", bromeó, "y en Rusia no se sabe nada hasta que se debe saber. Estoy muy emocionado y podría decir muchas tonterías". Pero sí dejó una puerta entreabierta: "Esta plantilla tiene gente válida y no válida porque, de no ser así, habría ganado más partidos. Hay que pensarlo bien antes de hacer una revolución". Y esa revolución podría pasar por pescar en el CSKA, plagado de estrellas y obligado a reducir considerablemente su presupuesto: "Le hemos dicho que no le crearemos ningún problema, pero que, si no está interesado en algún jugador, nos lo diga porque igual nos interesa". Tres están en el escaparate: el base norteamericano con pasaporte ruso Holden, el alero lituano Siskauskas y el ala-pívot esloveno Smodis. Holden sería el más accesible, pues acaba contrato; sus 33 años, en cambio, juegan en su contra. Siskauskas, el mejor de la última Euroliga, está atado hasta 2011 y, además, le llueven ofertas de la todopoderosa Grecia. Smodis, con la misma duración de contrato, es otra historia, pues su carrera es paralela a la de Messina, un caso similar al de Cesc y Arséne Wenger. Ahí se volcará el Madrid siempre y cuando la sección reciba una inyección económica, algo que Antonio Maceiras, su nuevo director general, da por seguro.

Tan seguro que Messina se ha convertido en el técnico mejor pagado en la historia del club: dos millones limpios al año. A partir de él, Pérez tiene previsto revitalizar un equipo que lleva 13 años sin asomarse a una Final Four. "Luchar por objetivos ya es un objetivo", filosofó Messina; "este equipo ganó la Liga hace dos años y parece que han pasado 20. No basta con decir 'hay esperanzas de hacerlo bien'. Mi hijo de cuatro años y Kobe Bryant juegan a lo mismo: a ganar. Casi todos los años mis equipos empiezan mal. Me pasó en Bolonia y en Moscú. Pero este Madrid va a ser nuevo y necesita tiempo. Sé que no lo tengo y que la prensa no va a tener paciencia conmigo. Pero el presidente sí me la ha prometido".

Florentino Pérez y Ettore Messina.
Florentino Pérez y Ettore Messina.BERNARDO PÉREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_