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España es un imán fiscal

Amaya Iríbar

"El fichaje de Cristiano es el enésimo ejemplo de que el fútbol español, gracias a su fiscalidad, se ha convertido en el más fuerte de Europa". No lo dice un cualquiera. Lo dijo Adriano Galliani, administrador delegado del Milan, el mismo día en que el Madrid fichó al portugués, y sólo unos días después de que el club italiano vendiera a Kaká a Florentino Pérez por 65 millones de euros. Tiene algo de cierto. Por lo menos desde que en 2003 el Gobierno, entonces del Partido Popular, aprobara una ley que permitía a los extranjeros residentes en España cotizar por el 25% (luego se rebajaría al 24% actual), el tipo mínimo para los trabajadores obligados a hacer la declaración de la renta. En Italia ese porcentaje puede llegar al 43% y en el Reino Unido, la otra gran Liga europea, hasta el 50%.

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La ley española iba dirigida a directivos, investigadores, profesionales cualificados que escaseaban en España. Pero pronto fue bautizada como Ley Beckham porque fue el futbolista inglés uno de los primeros en beneficiarse de ella. Para ello sólo tuvo que demostrar que había llegado a España por una oferta de trabajo y que no había vivido en el extranjero los diez años anteriores. Y pudo hacerlo durante toda su relación con el Madrid porque dejó el club antes de que se cumplieran los seis años de máximo establecido.

"No puedes hacer una ley de este tipo con excepciones", argumenta Félix Plaza, fiscalista de Garrigues Sports & Entertainment. El resultado es que se acogieron a ella futbolistas con sueldos astronómicos, lo que este experto considera "un daño colateral".

La ventaja es para los clubes, porque los jugadores suelen negociar la cantidad que quieren cobrar y son sus pagadores quienes deciden cómo. Y el agravio no es sólo con los clubes de otros países que deben pagar más impuestos para cumplir con el sueldo de sus estrellas, sino también con los futbolistas españoles. Los Raúl, Xavi, Iniesta y compañía cotizan como trabajadores normales. Es decir que dejan el 43% en las arcas del Estado. Aunque también éstos tienen sus trucos para ahorrarse impuestos. Como cobrar parte de su salario (lo normal es el 15%) en concepto de cesión de derechos de imagen, que pueden tributar al 30% en el impuesto de sociedades.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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