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España da marcha atrás en la convergencia con la zona euro

La renta por habitante se alejó en 2008 del nivel de los Quince por primera vez en 13 años - El débil crecimiento económico no compensó el auge demográfico

Alejandro Bolaños

De recesión a recesión, España ha protagonizado un sprint de 13 años para recortar diferencias con las principales economías europeas. En renta por habitante, la medida más usada por políticos y académicos como aproximación al nivel de riqueza de un país, el avance ha sido notable. Pero en cuanto la crisis enseñó otra vez las garras, la economía española empezó a ceder el terreno ganado. Bruselas confirmó ayer que la distancia con el nivel de riqueza de la zona euro se incrementó el año pasado. Si en 2007 el PIB per cápita español alcanzó el 94,3% del promedio de los Quince, en 2008 se quedó en el 93,6%.

La última vez que la renta por habitante retrocedió en referencia a la zona euro fue en 1994, cuando la economía española aún encajaba las peores consecuencias de la intensa crisis que había estallado un año antes, con tasas de paro superiores al 24%. Desde entonces, la comparación con los Quince -el resultado no varía si se incluye a Eslovaquia, que se incorpora al área de la moneda única en enero- siempre se había traducido en una mejora de la posición española.

Según la previsión de Bruselas, este año tampoco se acortarán distancias
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Según las cuentas de Eurostat, la oficina estadística de Bruselas, en el camino de la convergencia con las principales potencias europeas, España dejó atrás en 2002 la media de la UE (más asequible tras la ampliación a Europa del Este). Y en 2006 sobrepasó el PIB per cápita de Italia, un hito al que los medios de comunicación de ambos países dieron rango histórico, para satisfacción del Ejecutivo español y enfado del Gobierno italiano, que llegó a poner en duda las estimaciones de la Comisión Europea.

Con las cuentas de 2008, la renta por habitante española sigue por encima del promedio de los Veintisiete, aunque el mayor impacto de la crisis también se deja notar en esta comparación (ha pasado del 105,4% al 104%, véase gráfico). A Italia tampoco le fue bien, con lo que España se mantiene como el duodécimo país de la UE en PIB per cápita.

Las quejas del Ejecutivo italiano se deben a que para calcular la renta por habitante, Eurostat hace una estimación sobre el valor del PIB en paridad de poder de compra, un sistema asumido también por el FMI y la OCDE, que pretende eliminar las distorsiones creadas por los diferentes niveles de precios en cada país y facilitar así la comparación internacional. Al ser una medida artificial, la traducción a una cifra de euros por habitante deja de tener sentido.

Hasta el año pasado, la economía española fue capaz de convertir el incremento demográfico, acelerado desde 2000 por la inmigración, en generación de empleo y un crecimiento económico sensiblemente mayor al de las principales potencias europeas. La población aumentaba, pero el PIB lo hacía aún más.

En 2008, esa relación se quebró. La primera mitad del año aún permitió a la economía española acabar el ejercicio con una tasa positiva en la variación del PIB (1,2%), de nuevo superior al crecimiento de la UE (0,9%) y de la zona euro (0,7%). Pero esta vez las distancias fueron muy pequeñas, mientras que la diferencia demográfica siguió siendo muy apreciable: la población española aumentó un 1,8% el año pasado, el triple que la de la zona euro.

Alemania, con un crecimiento muy similar (1,3%), pero con la población estancada, logró una mejora relativa de su riqueza en 2008. Irlanda fue la que se llevó la peor parte: combinó un nítido retroceso en el PIB con un empujón demográfico (2%) aún vigoroso. Y Luxemburgo volvió a encabezar la clasificación, gracias a miles de personas que trabajan allí pero residen en países fronterizos.

Para este año, todo indica que el proceso de convergencia seguirá interrumpido. Las previsiones de Bruselas apuntan a un retroceso del PIB más suave en España (-3,2%) que en la zona euro (-4%). Pero también anticipan que la población española volverá a crecer mucho más.

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